El pasado 17 de agosto se producía en Barcelona uno de los atentados más graves que había sufrido España en su historia. En las Ramblas, paseo repleto de turistas y vecinos, una furgoneta atropellaba a todo el que tenía delante dejando 17 muertos y 130 heridos.

Uno de estos heridos por el atentado yihadista fue una niña italiana de once años llamada Martina y que este miércoles visitó al Papa junto a su familia.

L´Osservatore Romano ha contado cómo se desarrolló este encuentro y ha recogido también la experiencia de esta niña, que le dijo al Papa que “la Navidad ayuda a vencer el miedo”.


Aquel fatídico 17 de agosto vio ese furgón acercarse a ella a toda velocidad en Las Ramblas. “Fui arrastrada por la multitud y me hice algunas heridas pero gracias a Dios estoy viva”, confió al Papa Francisco.

Para ella no ha sido fácil encontrar la valentía de venir a Roma “especialmente en este periodo navideño, entre particulares medidas de seguridad y grandes multitudes”. Pero quiso con fuerza ver al Papa, y llevarle un dibujo como regalo, junto a su familia “para compartir un sentimiento de gratitud y también para superar el shock y el miedo de moverse” de su casa en Fossano.




“Estaba yendo a visitar la Sagrada Familia cuando, entre disparos y gritos, fuimos arrastrados”, contaron los padres de Martina, Nadio y Serena Tealdi junto a la otra hija Asia. Y “desde la ventana una familia nos invitó generosamente a subir a su casa, donde ofrecieron primeros auxilios a la niña”.

En otra entrevista para un medio local italiano, esta familia destacó la ayuda de los barceloneses. Tras ver a la multitud correr y luego de que su hija resultara herida, “pedimos ayuda a los vecinos de la zona que nos asistieron con gran espíritu de humanidad”.

Se dirigieron entonces a un hospital pediátrico “donde le diagnosticaron a Martina la fractura de la clavícula y le pusieron un yeso, precisando que no había necesidad de operarla”. La familia Tealdi dejó Barcelona el viernes 18 de agosto. La madre de Martina, Serena, dijo por su parte que “nos sentimos más seguros y estaremos más tranquilos en Fossano. Difícilmente nos moveremos de casa”.