Casi un cuarto de siglo ha pasado ya de uno de los últimos genocidios que marcaron el siglo XX, el que se produjo en Ruanda, y que causa más escándalo si cabe por haber sucedido ante los ojos del mundo en plenos años 90.

Este lunes, el Papa Francisco se encontró en el Vaticano con el presidente de Ruanda, Paul Kagame, e imploró el “perdón de Dios” por los horrores que cometieron personas de Iglesia durante el genocidio.


“Imploro el perdón de Dios por los pecados y faltas de la Iglesia y de sus miembros, entre ellos sacerdotes, religiosos y religiosas, que cedieron al odio y a la violencia, traicionando su misión evangélica”, manifestó el papa al referirse al genocidio en Ruanda que hace 23 años dejó unos 800.000 muertos.

El papa, que se reunió por unos 20 minutos a puerta cerrada con el presidente de Ruanda, había ofrecido en el 2014 el apoyo de la Iglesia Católica a la reconciliación en Ruanda en ocasión de los 20 años de genocidio, tal y como recoge la agencia AFP.

La masacre de un tercio de la población de Ruanda, la mayoría perteneciente a la minoría tutsi, fue perpetrada por la mayoría hutu en la total indiferencia del resto del mundo.


Ante el mandatario africano, el Papa volvió a recordar, como lo había hecho en 2014, a las víctimas. “Manifiesto el profundo dolor, de la Santa Sede y de toda la Iglesia, por el genocidio contra los tutsi y expresó solidaridad a las víctimas y a todos los que padecieron por esos trágicos eventos”, reiteró, según la nota divulgada por el Vaticano.

Francisco recordó también el gesto de Juan Pablo II durante el Jubileo del año 2000 cuando por primera vez pidió perdón por los horrores cometidos por los miembros de la Iglesia en ese país africano.


Varios sacerdotes y monjas fueron juzgados por su participación en el genocidio, en particular por el Tribunal Penal Internacional para Ruanda. Aunque por otro lado, también hubo muchos mártires católicos que murieron por negarse a participar en la matanza.

El 21 de noviembre pasado, la Iglesia católica de Ruanda, en una carta firmada por los nueve obispos del país, pidió de nuevo perdón a nombre de todos los católicos que participaron en el genocidio.

Con ese “humilde gesto de reconocimiento de las faltas cometidas”, el Papa “desea contribuir a una purificación de la memoria y promover con esperanza y renovada confianza un futuro de paz”, sostiene el comunicado.
La ministra de Relaciones Exteriores de Ruanda, Louise Mushikiwabo, quien acompañó a Kagame al Vaticano, advirtió que aún hay personas en la Iglesia que protegen a los autores del genocidio.