La agencia Efe ha dialogado con Paloma García Ovejero, la madrileña recientemente designada por Francisco como vicedirectora de la Sala de Prensa de la Santa Sede.

García Ovejero, nacida en 1975, llevaba algo menos de 4 años como corresponsal en Roma de Cadena Cope. Ahora pasa a estar "al otro lado" del periodismo: el que representa instituciones (en este caso la institución quizá más peculiar del mundo), el lado que trata de que sus mensajes lleguen a los medios. 

"Estoy contenta, estoy tranquila, con un nudo en el estómago y sobre todo estoy muy agradecida. Primero a la COPE, a la Iglesia española, por haber apostado por mí hace cuatro años aquí en Roma, y por supuesto al Papa Francisco", dijo la periodista a la agencia de noticias española. 

Se trata, dice, de "una transición que jamás habría imaginado", la de pasar de periodista y reportera a segunda voz mediática de la Iglesia Católica (o tercera, si consideramos al Papa mismo la primera, y al estadounidense Greg Burke, sucesor del padre Lombardi, como la segunda).

"Yo solo soy periodista, solo sé hacer periodismo y es lo único que he hecho, pero si él se fía, yo me fío. Y si me lo pide el Papa, pues me salto los semáforos", relató.

Paloma García Ovejero espera ser un buen apoyo para Greg Burke, nuevo director de la Sala Stampa. "Espero ser una buena confidente, una buena persona. Siempre he pensado que para ser buen periodista hay que ser buena persona. Y ahora me toca cambiar de sombrero, no es dejar el periodismo, pero sí comunicar de otra manera", comentó.

A los periodistas les dice: "Yo soy una de vosotros, tengo amigos, tengo compañeros, tengo cómplices. No puedo dejar de ser Paloma, pero ojalá pueda ayudar de otra forma, tanto dentro como fuera. No tengo ni idea de lo que se avecina pero espero que sea una aventura divertida", destacó.

En este sentido señaló que le gustaría "cumplir la voluntad del papa fielmente, cumplir la voluntad de Dios" y, según relató entre risas, "en la medida de lo posible, la voluntad de los periodistas". 

Aunque tiene relevancia histórica que por primera vez la Santa Sede tenga una mujer como viceportavoz de la Oficina de Prensa (algo que la mayoría de las diócesis del mundo, por ejemplo, no han vivido nunca) ella resta importancia a su condición femenina en el cargo. "A mí me gustaría que el hecho de ser mujer cuente tanto como el hecho de ser morena, o madrileña, o española o no muy alta. Afortunadamente el papa Francisco lo tiene claro, la Iglesia lo tiene claro", consideró.

La periodista recordó que "las primeras que anunciaron la Gran Noticia, la Buena Noticia (la Resurrección de Cristo) fueron las mujeres, que se encontraron el sudario el sepulcro vacío y salieron corriendo a contárselo a los demás".

"El Papa, no es que elija a una mujer, elige a un hombre y a una mujer, un norteamericano y una española. Sobre todo, esto es un servicio. Eso es lo que espero, hacerlo bien y no desmerecer la inmensa confianza que ha puesto en mi la Iglesia y Dios, a través del Papa", explicó.

Por su parte, Greg Burke dijo a Efe que le gustaba el "fichaje" de Paloma. "Me gusta mucho. Es una mujer que llega de entre los colegas periodistas. Se ve que es una periodista de raza, que lo lleva en la sangre", celebró. Destacó el hecho de que como española pueda comunicarse con facilidad con "la mitad del mundo católico", que habla esta lengua, aunque ella también sabe inglés, italiano y chino.

Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid, completó su formación en la Universidad de Nueva York y en 1998 pasó a formar parte de COPE. En 2012 fue elegida como corresponsal en Roma, sustituyendo así a la célebre periodista Paloma Gómez Borrero, y cubrió de este modo los últimos años de Benedicto XVI, hasta su renuncia en febrero de 2013.

Durante la era de Francisco, Paloma García Ovejero se ha consolidado como un testigo de excepción de su ministerio, acompañándole como reportera en catorce viajes y narrando todo lo que rodea su figura, siempre de la mano de las redes sociales, donde permanece muy activa.


Y en estas imágenes de RomeReports el Papa Francisco saluda a sus colaboradores y dice en español: "¡Una gallega metida en el Vaticano!" (en Argentina llaman informalmente "gallegos" a todos los españoles)