Lo hizo en la encíclica Lumen Fidei (n. 53) y lo ha recalcado en el mensaje a la Semana Nacional de la Familia que se celebra en Brasil desde el pasado domingo 11 de agosto hasta el día 17: Francisco ha querido "animar a los padres en esa noble y exigente misión suya de ser los primeros colaboradores de Dios en la orientación fundamental de la existencia y en asegurarles un buen futuro. Para eso es importante que los padres cultiven las prácticas comunes de fe en la familia, que acompañen la maduración en la fe de los hijos".

El mensaje del Papa, que lleva fecha del día 6 de agosto, va precedido por un recuerdo "a las alegrías que recibí durante la reciente visita a Brasil" para la JMJ de Río de Janeiro. Y anima un congreso que se celebra precisamente bajo el lema La transmisión y la educación de la fe cristiana en la familia, idea recurrente también en el magisterio de Benedicto XVI y que Francisco continúa.

De hecho, en un tuit del 3 de mayo, y con motivo del mes de María, animaba a "recitar juntos, en familia, el Santo Rosario. La oración fortalece la vida familiar".

Uno de los puntos que señala también el Papa Bergoglio en su mensaje a la Semana de la Familia es transmitir en ella, "tanto de palabra como, sobre todo, por las obras, las verdades fundamentales sobre la vida y el amor humano, que reciben una nueva luz de la Revelación de Dios. De modo particular, y frente a la cultura del descarte que relativiza el valor de la vida humana, los padres están llamados a transmitir a sus hijos la conciencia de que debe siempre ser defendida desde el vientre materno, reconociendo ahí un don de Dios y la garantía del futuro de la humanidad. Pero también en la atención a los más viejos, especialmente a los abuelos, que son memoria viva de un pueblo y transmisores de la sabiduría de la vida".