El 23 de julio se cumplen diez años de la Jornada Mundial de la Juventud Toronto 2002, la última en la que participó Juan Pablo II.

Pese a su ancianidad, al Papa polaco no le faltaron fuerzas para decir a miles de jóvenes que no tuviesen miedo al sufrimiento ni esperasen a ser mayores para luchar por ser santos.

Renato Boccardo, antiguo organizador de los viajes papales, recuerda las palabras de un joven sobre el carácter de Karol Wojtyla: "Cuando el Papa era joven era normal que el mensaje fuera fuerte y provocador. Ahora que es débil, enfermo, sentado en su sillón, el mensaje sigue siendo el mismo. Esto me hace pensar que lo importante es el mensaje, es como si el Papa se escondiese detrás del mensaje y siguiese proclamando con fuerza la misma palabra”.

Durante la JMJ de Toronto, Juan Pablo II pidió a los jóvenes construir una civilización del amor en el tercer milenio poniendo a Cristo como piedra angular en sus vidas.

Y el domingo 28 de julio de 2002, después del Ángelus, anunció en inglés el lugar de la siguiente JMJ: Colonia, Alemania, en 2005.

Sin embargo, Juan Pablo II no pudo acudir a la cita en Colonia ya que murió el 2 de abril de 2005. Benedicto XVI fue elegido Papa 17 días más tarde, el 19 de abril, y viajó a Alemania el 18 de agosto para participar en su primera JMJ como Papa.