Cada día surgen nuevos elementos sobre la complicada filtración de documentos reservados del Papa. Y cada vez hay más errores. Para que usted no se pierda, ahí van los siete errores más repetidos sobre Vatileaks.


No. Se trata de un centenar de “documentos reservados”. Incluyen contenidos incómodos, pero no escandalosos, ya que sus autores explican fríamente al Papa problemas reales de la Iglesia, como decisiones de gobierno que consideran equivocadas.

También hay peticiones de encuentros con el Papa, informes reservados y propuestas dirigidas a Benedicto XVI. Los documentos van al grano y no siguen grandes protocolos porque piensan que sólo el Papa los leería.


No. La imagen que dan del Papa es positiva. De las filtraciones se deduce que reflexiona y pide opinión a muchos colaboradores antes de tomar cada decisión.

Los documentos sí dañan al Papa en el sentido de que constituyen una violación de su privacidad.


No. No hay unidad entre los documentos: se refieren a una gran variedad de temas y a muchos departamentos. Uno de los objetivos de la filtración es desestabilizar al secretario de Estado, el cardenal Tarcisio Bertone y al secretario del Papa, monseñor Georg Gaenswein.

Como en otras burocracias, también en el Vaticano hay “muchas” corrientes de opinión. Pero no deben confundirse las diferencias de opiniones con la hostilidad.


Los tribunales pueden ser juzgados por el Tribunal Supremo del Vaticano. Se trata de un tribunal formado por los cardenales Raymond Burke, Jean-Louis Tauran y Paolo Sardi.


 No. El mayordomo y otros posibles implicados serán juzgados por un tribunal civil del Estado de la Ciudad del Vaticano. Sus jueces no son sacerdotes sino laicos, profesores de universidades italianas.

No hay que confundir la Santa Sede, que se encarga del gobierno de la Iglesia católica; y el Estado Ciudad del Vaticano, un territorio en el que reside el Papa.


No. El juez ha decretado el secreto de sumario para la fase instructoria. Si decide enviarlo a juicio, será juzgado con un proceso público. En todas las fases el mayordomo está asistido por sus dos abogados.


Más que un error, es sólo una hipótesis. Obviamente, si Juan Pablo II indultó a Ali Agca, es muy probable que Benedicto XVI indulte a Paolo Gabriele. Pero es sólo una posibilidad.

En cualquier caso, no es verosímil que lo haga hasta que se haya resuelto el caso.