Benedicto XVI ha celebrado este miércoles la habitual audiencia en la Plaza de San Pedro del Vaticano y ha subrayado a los fieles que Dios "escucha, responde y salva" también "en las dificultades, en los problemas y en la oscuridad de la vida" aunque ha precisado que "es necesario reconocer y aceptar sus caminos".

Así, el Papa ha pedido a los cristianos que deben "resistir" a la tentación de dejar de confiar en Dios y ha explicado que a veces "la agresión del enemigo contra la fe del cristiano" puede provocar que los fieles piensen que Dios "no les salva y no les conoce". Según ha recordado el Papa, los fieles deben responder "con confianza" a los ataques "del enemigo".

Además, el Papa ha destacado que Dios "es ayuda, salvación, defensa" porque "como un escudo protege a quien se confía a El" y ha destacado que junto a Dios, "el hombre ya no está solo" y los enemigos "ya no son imbatibles". Según ha explicado el Papa, Dios "escucha el grito del oprimido y responde con su presencia".

En este sentido, el Pontífice ha destacado que "este encuentro entre el grito humano y respuesta divina" es "la dialéctica de la oración".

"La oración exprime la certeza de una presencia divina ya experimentada y creída, que en la respuesta salvífica de Dios se manifiesta en plenitud", ha afirmado.

Por último, el Papa ha pedido a los jóvenes cristianos, quienes vuelven ahora de las vacaciones, que sepan encontrar en su vida cotidiana "el tiempo necesario para vuestro diálogo con Dios" y ha invitado a los recién casados que "aprendan a rezar juntos" con el fin de que su amor "sea más verdadero, fecundo y duradero".

Benedicto XVI se ha trasladado en helicóptero hasta la Ciudad del Vaticano desde su residencia de verano de Castel Gandolfo, donde permanecerá hasta finales del mes de septiembre.