Cada fin de semana se repite la misma historia. Pintadas anticatólicas y pintura roja en inequívoca señal de amenaza contra la parroquia de Santa Mónica y sus feligreses, en el municipio madrileño de Rivas Vaciamadrid.

Es una localidad de más de 50.000 habitantes y que sólo cuenta con tres parroquias en todo el pueblo: la de San Marcos, la de toda la vida, la de Santa Mónica y otra ´que hubo que construír en los bajos de un Telepizza porque nadie quería vender terreno al obispado´, según cuentan los vecinos de Rivas, algunos de los que cada dia se sienten amenazados por algo tan simple como ir a misa los domingos o querer una educación católica para sus hijos.

´La gente de Rivas no es anticatólica, qué va´, dice otro.

Como muestra, un botón: cada año, la parroquia de Santa Mónica cuenta con más de 800 niños que quieren hacer la primera comunión.

´Pero aquí ha gobernado siempre Izquierda Unida y con unos planteamientos muy radicales´, explican fuentes cercanas a la parroquia atacada.


Con la irrupción de ´Podemos´, que ha motivado un ´corrimiento´ de militantes e incluso de concejales de Izquierda Unida a la formación de Pablo Iglesias, la política municipal no ha hecho más que radicalizarse en opinión de muchos vecinos.

´No olvides que Tania (Sánchez-Melero) fue concejal aquí muchos años. Recuérdese que Sánchez Melero es la pareja sentimental de Iglesias. Éste es un perfecto laboratorio de prueba ideológico para la izquierda más radical de la Comunidad de Madrid´, explica a Gaceta.es un concejal de la oposición cuyo nombre prefiere que no sea desvelado.

 

La parroquia de Santa Mónica es reconocible por su arquitectura futurista que la convierte en un monumento notable de la ciudad


En la raíz última de éstos hechos se encuetra la terminación de las obras de un colegio católico en el municipio. Una vieja demanda ya que, según estimaciones de los promotores de la idea, hay unos 3.000 niños que demandan educación religiosa pero tienen que desplazarse a municipios cercanos porque en Rivas Vaciamadrid no hay un sólo centro católico, ni privado ni concertado.

Los duques de Rivas, propietarios de los terrenos sobre los que se edificaría el centro nunca pusieron ningún impedimento a la venta de los mismos. Pero el Ayuntamiento intenta retrasar todo lo posible la concesión de los preceptivos permisos municipales para la apertura del centro . A la larga no puede impedirlo porque podría ser acusado de prevaricación pero sí puede denegar y retrasar su apertura.

El término, prevaricación, no es gratuito. Es el que ha utilizado la consejera de Educación de la Comunidad de Madrid, Lucía Figar, que ha advertido ya al consistorio de Rivas que sus intentos de torpedear esta iniciativa educativa podrían tener consecuencias judiciales.

Figar ha ido más lejos y ha acusado al equipo de Gobierno de ésta localidad de tener ´una obsesión ideológica´.



Ejemplo de los ataques con pintura al templo de Santa Mónica


De momento, las pintadas y las amenazas al párroco de la Iglesia de Santa Mónica, se repiten una semana sí y otra también.

No consta que el primer edil, que responde al curioso nombre, para un alcalde comunista, de Pedro del Cura, ni los concejales de su grupo, IU, hayan condenado publicamente tales hechos.

El párroco reconoce, eso sí, que se ha puesto en contacto con él para limpiar los desperfectos. Algo es algo.