Tafida Raqeeb, una pequeña de cinco años, se había convertido en el nuevo caso Charlie Gard, Alfie Evans o Isaiah Haastrup en Reino Unido. La pequeña se encuentra en coma profundo y el sistema  de salud británico proponía como en los casos anteriores “por el mejor interés” de la menor lo mejor es que muriese.

Sus padres iniciaron una batalla judicial, pues además discutían el diagnóstico y además hospitales de otros países se habían ofrecido para tratarla allí. Finalmentel el juez Alistair MacDonald, el mismo que autorizó en mayo la muerte de Isaiah, ha dictado este jueves tras cinco días de vista oral que Tafida pueda ser trasladada a un hospital de Italia para que reciba el tratamiento que los médicos británicos no quieren proporcionarla.

Los médicos todavía pueden recurrir

Pese a la decisión judicial, los médicos se oponen a la postura de la familia y pueden recurrir antes instancias superiores de la justicia británica.

En coma profundo por una hemorragia cerebral

Tafida se encuentra en coma profundo a causa de una hemorragia cerebral que se le produjo el 9 de febrero como consecuencia de una malformación arteriovenosa en el cerebro. Tras superar un paro cardiaco y respiratorio, la niña fue sometida a una prolongada cirugía cerebral en el hospital del King's College. Según los médicos, quedó en estado de "muerte cerebral" y propusieron a sus padres desconectarla para que muriese. Pero otros médicos la han examinado y disienten de ese diagnóstico, considerando que puede empezar a recuperarse, en un proceso que sería, eso sí, largo.

En los meses posteriores parece haber habido signos de mejoría: abría los ojos y movía un poco las extremidades. Fue trasladada al Royal London Hospital, donde los médicos insistieron en retirarla del respirador para producir su muerte. Sus padres, Mohamed y Shelina, se opusieron y pidieron sacarla del país, a lo que se negó el centro, por lo cual el conflicto terminó en manos de la justicia.

Dos médicos del hospital pediátrico italiano Istituto Giannina Gaslini, en Génova, propusieron en julio tratarla en Italia, porque no están de acuerdo en el diagnóstico de muerte cerebral, pero el Royal London Hospital y el Sistema Nacional de Salud (NHS, por sus siglas en inglés) no autorizan su salida por el "mejor interés" de la niña. Se recogieron más de 236.988 firmas para pedirles que se permita su salida del país para que sea tratada en Génova.