Antonio Mattatelli es el exorcista oficial de la diócesis italiana de Tricarico, en la provincia de Potenza. A sus 45 años, el también párroco de Santa María Assunta en Montemurro, ha sido durante bastante tiempo el exorcista más joven del país.

Pese a su edad, ya tiene una amplia experiencia en su lucha contra el demonio y en una entrevista vincula los graves escándalos que se han destapado en Hollywood durante las últimas semanas con una actuación intensa de Satanás en el mundo del espectáculo.


Durante décadas, las películas de Hollywood han entrado en los hogares de cientos de millones de todo el mundo, convirtiendo a esta industria  en un elemento de influencia ideológica de primer orden. Y según el exorcista italiano, el demonio ha sabido aprovechar esto.



Ahora que ha saltado el caso Weinstein, el todopoderoso productor que habría abusado sexualmente a decenas de actrices y trabajadoras a cambio de impulsar sus carreras, han quedado de manifiesto las cloacas de Hollywood.


Son ya numerosas las voces que admiten que lo sabían y no hicieron nada. El último ha sido el director Quentin Tarantino. Y mientras tanto, las actrices que fueron víctimas de Weinstein durante años han desfilado de su mano en la alfombra roja mientras se erigían en baluartes del feminismo.

Pero lo más llamativo es que los casos de abusos sexuales, e incluso en el pasado se habló de pedofilia, parecen no han sido aislados sino más bien generalizados. Y cada vez hay más denuncias.

Según explica el exorcista Mattatelli en una entrevista en Radio Campus Cussano, “Satanás está en estas cosas. El demonio está en todo este mecanismo perverso de una sociedad sexualizada. Una sociedad que chantajea a las personas a cambio del éxito. Que chantajea sexualmente. Personas que pueden tener una adicción sexual, como la que se puede dar al juego”.


Concretamente, con respecto al último escándalo de Hollywood, el padre Mattatelli afirma que “en lo que sucedió, Satanás está en el productor que pregunta, pero también en la mujer que acepta dar. En ambas situaciones hay pecado".

A su juicio, se produce una “profanación del yo que viola el santuario de la conciencia. Satanás no está solo en el productor que pide sexo a cambio de algo, sino también en la mujer que acepta el trueque.

“Por el éxito no se puede negar a los mandamientos de Dios”, agrega. Y recalca que “en este caso no vale el mal menor. Las personas que hacen esto creen que son inteligentes, pero en realidad son esclavos de sus propias pasiones”.


Sin embargo, lo más interesante de la entrevista se produjo cuando contó su vínculo como exorcista con el mundo del espectáculo. Durante los últimos años ha atendido a tres mujeres de este ámbito con distinto grado de influencia demoniaca, por lo cual ve un especial interés del demonio en las personas de este ámbito.


El padre Mattatelli alerta de la importancia que Satanás da al mundo del espectáculo

El padre Mattatelli no quiso identificar a estas tres mujeres sino que las quiso dejar en el anonimato y habla de “tres mujeres del espectáculo”, una muy conocida en Italia.

“Realicé exorcismos a una mujer del espectáculo particularmente poseída aunque he tenido que ayudar a varias personas de este mundo. También una persona muy conocida e inesperada que se ha convertido, que era famosa antes y ahora ha desaparecido de ese mundo. Esa persona tenía problemas relacionados con el sexo, de los cuales ha sido liberada”, cuenta el exorcista.


Este sacerdote cuenta que las tres mujeres que acudieron a él tenían problemas de posesión. “Una está ya liberada, otra todavía está en proceso y una tercera ha sido transferida a otro sacerdote”.

Y recalca que estas tres mujeres, una especialmente conocida, “ha tenido este problema de posesión como resultado del contacto con este mundo del espectáculo en el cual Satanás está muy presente, con la búsqueda del éxito a cualquier precio, una sexualidad vivida de modo libertino y sin escrúpulos, una vida materialista de dinero y cocaína”.


El conocido exorcista de la diócesis de Indianopolis, Vincent Lampert, ya alertaba hace unos meses la necesidad de formar más exorcistas ante los numerosos casos que les van llegando y que les sobrepasan.

En su opinión, “el problema no es que el demonio haya aumentado su juego sino que más personas están dispuestas a jugar”. Y cita específicamente el consumo masivo de pornografía, las drogas y el contacto con el ocultismo. “Donde hay actividad demoniaca, siempre hay un punto de entrada”.