Había perdido la fe y vivía en una permanente ansiedad, pero la semilla cristiana recibida en la infancia encontró en ese caldo de cultivo el lugar idóneo para crecer y transformar la vida del cineasta Marcelo Torcida, como recoge Cari Filii News:

Marcelo Torcida, empresario y director de cine paraguayo, alcanzó notoriedad con su película Felices los que lloran, que ganó en 2015 el premio Mejor Película y Mejor Director en el VI Festival Internacional de Cine Católico Mirabile Dictu de la ciudad del Vaticano.

Felices los que lloran relata la historia de un muchacho de familia adinerada que se involucra en asuntos de drogas con traficantes de barrio. La actriz Claudia Scavonne, que personificó a la madre del protagonista y es católica que acude a un grupo de oración, explicó en la presentación de la película su vinculación mariana. "Unos días antes estuve en la basílica de Guadalupe, estaba en México llevando otra película, y le pedí a la Virgen que si era para bien me permitiera participar, al rato me llamaron confirmando mi papel”.



Alejado de Dios muchos años
Marcelo Torcida estuvo alejado de Dios varios años. Fue un destacado deportista en su juventud y más tarde un exitoso emprendedor. Era un hombre capaz de esforzarse y conseguir objetivos. Pero volcado en sus metas personales dejó de prestar atención a las cosas espirituales y a Dios.

Y llegó el momento en que se quebrantó. No podía "permitirse errar y vivía pretendiendo que lo tenía todo controlado", explicó al diario paraguayo La Nación.



"Terminé colapsado. Después de muchos años de tratamiento me fue cada vez peor. Me olvidé de Dios. Pero tenía la semilla puesta de la espiritualidad de cuando era un mitã'i (niño), que en un momento dado, dentro de ese egoísmo enorme, en medio de ese colapso, una madrugada lo único que me salió es ir a donde estaba el crucifijo, me postré, abrí mis brazos en cruz y allí dije solamente esto: 'A donde vos quieras y como vos quieras, pero te pido socorro' y me quedé allí", recordó Marcelo.

Tras esta sencilla oración, empezaron a cambiar cosas en su interior y en su vida. "Hubo una apertura real en mí y fue por eso que tuve la experiencia de Dios".

El poder transformador del rosario
Pero lo que cambió su salud fue el rezo del rosario y la cercanía a la Virgen María. Él llevaba 10 años consumiendo fármacos para dormir. Pero en cierto momento probó algo muy distinto.

"Como tardaba en conciliar el sueño, tenía momentos de ansiedad, introduje el rosario en mi vida. Yo pensaba que esta era una oración de las viejas antes de la misa. Pero fue el arma más poderosa para combatir los desvíos del estado de ánimo", dijo.



Un fotograma de Felices los que lloran, película premiada en el festival Mirabile Dictu

Tras esta nueva experiencia con el rosario, Marcelo aprovechó sus viajes de trabajo por el mundo para visitar los principales santuarios marianos. Así llegó a Fátima, Lourdes y otros. "Luego de esta experiencia dije: 'voy a visitar a la Virgen', porque cuando eso no era devoto de la Virgen de Caacupé. Pero luego de agarrar el rosario, no la dejé nunca más, porque ya me sujeté de la mano de ella", aseveró.

"Cuando visité el Santuario de Lourdes (Francia), en vez de rezar, renuncié al mal y rompí a llorar por más de 20 minutos", dijo.



Preparando una película en Estados Unidos

Después de recibir premios y buenas críticas con Felices los que lloran, ahora Marcelo Torcida trabaja en Eskatón, una película rodada en inglés en Estados Unidos con el productor norteamericano Eric “Doc” Benson, "una propuesta de gran carga filosófica que va a repercutir en el mundo, no solo por la calidad que ya se puede vislumbrar, sino también por el tema”, expresó la directora del Centro Cultural El Cabildo, que ayuda a financiar el filme.