Ha muerto a los 98 años Lorenzo Servitje, fundador de Bimbo, la empresa de panadería líder en pan de molde (pan de caja, en México), que emplea a más de 130.000 personas, y tiene más de 100 marcas y 10.000 productos que se fabrican en 170 plantas de 22 países.


Hijo de inmigrantes catalanes, Lorenzo Servitje comenzó a trabajar a los 16 años en el negocio familiar: Panadería El Molino, a la vez que cursaba sus estudios de Contaduría Pública en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Sin embargo, a los dos años tuvo que ponerse al frente de la empresa tras la muerte de su padre. "A los 18 años -dice Servitje- me puse a trabajar porque mi padre había muerto. Empecé en una panadería del centro, donde también se vendían chocolates, y siempre soñé con crecer en este negocio”.


En 1945 fundaría Panificación Bimbo, junto con su hermano, Roberto Servitje; Jaime Jorba Sendra; José Trinidad Mata; Jaime Sendra Grimau y Alfonso Velasco Pérez. La empresa comenzó su andadura con 38 colaboradores, una decena de vehículos de transporte y cuatro productos. Y la primera inversión corrió a cargo del suegro de Lorenzo Servitje, el empresario Daniel Montull, que aportó el terreno en el que se instaló inicialmente la fábrica.


A la muerte de Lorenzo Servitje se estima que su fortuna estaba valorada en 4.200 millones de dólares, siendo uno de los 10 mexicanos más ricos. Además, deja ocho hijos, 24 nietos y 48 bisnietos


La hija mayor del fundador de Bimbo, Mari Carmen Servitje Montull, impartió hace unos meses una conferencia sobre la persona de su padre, y desveló uno de los principios cotidianos de Don Lorenzo: "No se nos permitía criticar a los demás ni tratar con altanería a ninguna de las personas que nos ayudaban en la casa. Desde pequeñas dábamos clases a niñas y niños de medios marginados. Había una cierta austeridad en la vida cotidiana".


"Uno de los héroes de Lorenzo Servitje desde su juventud fue Federico Ozanam, laico francés, casado, profesor de la Sorbona, que fundó las Conferencias de San Vicente de Paul, una asociación de cristianos que en el siglo XIX visitaban a los pobres en sus hogares y buscaban cómo paliar sus carencias", subraya Mari Carmen Servitje.


Tras montar la multinacional Bimbo, que emplea a más de 130.000 personas, Servitje dejó escritas unos "mandamientos" prácticos para lograr dirigir una empresa que tenga éxito y sea, a la vez, plenamente humana. Estas son las 13 recomendaciones:

1. Difundir y lograr que se acepte el concepto de que , de mayor alcance y trascendencia y para beneficio no sólo de unos cuantos sino para beneficio de muchos.

2. . Sirve a los hombres de fuera, proporcionándoles bienes y servicios, lo que la sociedad espera de ella. Pero también existe para servir a los hombres de dentro, es decir, para que los que trabajan en la empresa puedan ganarse la vida; y a los que han invertido en ella, para que reciban un rendimiento razonable por su inversión. "La empresa es para el hombre y no el hombre para la empresa".

3. Difundir y lograr que se acepte el concepto de que , que la pueden sentir como propia y ser un proyecto de vida y realización personal. "La empresa somos todos".

4. Pugnar porque en la empresa haya una genuina convicción de la importancia del cliente y del consumidor, a quienes se debe respetar y tratar de dejar siempre satisfechos. "

5. Tener una preocupación generalizada y casi obsesiva por la calidad en su más amplio sentido. Considerarla algo en lo que no puede transigirse. "".

6.. La empresa es responsable de los bienes y esfuerzos que se le encomiendan y por lo tanto, debe proscribir rigurosamente toda ineficiencia, desperdicio o despilfarro.

7. y para ello seleccionar escrupulosamente a sus jefes de todos los niveles, formarlos, dirigirlos y motivarlos para que cumplan su papel de líderes con responsabilidad y espíritu de servicio. Todo grupo humano para su propio beneficio debe tener jefes y .

8. El personal de la empresa es el factor más valioso de ella. "La selección adecuada para que la gente haga mejor su trabajo, la capacitación y la educación permanente son tareas indispensables.

9. La responsabilidad moral de la empresa implica no sólo el cumplimiento de las leyes y las obligaciones contraídas sino también , respeto y promoción de los valores fundamentales de todo ser humano.

10. y rapidez para responder positivamente a los incesantes cambios de la economía y de la sociedad moderna.

11. , para que más y más gente entienda la naturaleza de la misma y el funcionamiento de ella y de la economía.

12. , en los beneficios y en el capital de ella, y con procesos continuos de capacitación, comunicación, consulta y oportunidades para aplicar su visión y su iniciativa.

13. Desterrar de la empresa la "relación adversaria". Por lo contrario, pugnar por que en ella exista un y el afecto en todas las relaciones. Lograr que quienes trabajan en la empresa, además de ganarse la vida sean reconocidos plenamente como personas, tengan la oportunidad de emplear su capacidad y avanzar así su cabal plenitud, aspiración fundamental del pensamiento social cristiano. "".

Lorenzo Servitje estaba convencido que la empresa era el motor de una reforma social en la sociedad y, para ello, ese núcleo productivo debía transformarse y fortalecerse.

"Quienes creemos en la Doctrina Social de la Iglesia y apreciamos su gran valor -señala Servitje- debemos ser los más decididos promotores de esta transformación y fortalecimiento. Y tenemos que hacerlo a partir de nuestra propia empresa. Hacerla un núcleo de auténtica eficacia productiva. Hacerla, por medio de una inteligente participación de sus integrantes, un reducto de libertad, de creatividad, y de iniciativa; una segunda escuela en la que sus hombres no sólo se capaciten sino que se formen y desarrollen; una segunda familia en la que sus hombres encuentren confianza, amistad, y afecto".

"Una empresa en la que sus hombres, al fin reconciliados, se unan al logro de objetivos comunes".

Servitje solía poner el acento en sus intervenciones de que debíamos construir "empresas fraternales; empresas con alma". El fundador de Bimbo enfatizaba en que "así podremos ofrecer a la sociedad un modelo real y vivo de una institución que puede servir para la transformación de otras instituciones y de la sociedad misma. Así podremos contribuir al advenimiento de una economía a la dimensión del hombre, una economía que esté verdaderamente a su servicio".

"
Hace unos años, Lorenzo Servitje escribió un Testamento Vital, algo así como un resumen de aquellos principios que moldearon su vida. Lo tituló: “En esto creo”. Esta es la filosofía que gobernó su vida:

»y en la realidad del acontecimiento que le ha dado a mi vida sentido y trascendencia así como esperanza y felicidad.

»Creo en el reconocimiento y el que tienen todos los seres humanos.

»Creo ser tradicional en muchos aspectos y de

»como para el resto de mis seres queridos y la sociedad en general, con todo lo que implica de comprensión y entrega.

», que cuento con ellos y que necesito de esa amistad que hace más sólida y placentera la vida.

»y en general con quienes convivimos: vecinos, compañeros en las organizaciones a las que pertenecemos y nuestros conciudadanos.

» y en el importante papel que tiene en la creación de riqueza, el crecimiento económico y el empleo.

»Creo que debemos pugnar por nuestro desarrollo y .

» y en necesitar pocas cosas.

»y que reclame nuestra entrega por entero.

»de la sociedad y en la necesidad de fortalecerla.

», tener alegría y buen humor.

»y que es posible en la mayoría de los casos resolver los problemas con ecuanimidad.

»Creo, que en general hemos de procurar no hacer grandes disertaciones al hablar, ya que .

», del ahorro, de la cortesía, la dedicación al trabajo y adquirir otras buenas costumbres.

»y lo bueno y también la belleza en todas sus manifestaciones, como la poesía, la danza y la música.

»y saberse despedir de ella y que no debemos dar demasiada importancia a nuestros problemas y defectos.

», los bosques, las selvas, las playas y los mares, las montañas, las nieves, las mañanas, los atardeceres, los animales y las flores.

»y comprometida y ocuparme no sólo de mis intereses personales sino también de los asuntos públicos y de la política.

», el crecimiento económico y el empleo, la educación de calidad y también la erradicación de la miseria y la reducción de la pobreza y la desigualdad social.

», el primero debe hacer sólo lo necesario y el segundo lo más posible.

»y que no debemos dar demasiada importancia a nuestros problemas y defectos».