Hace un año murió en su Ávila natal Mamen Macías, considerada por muchos una moderna santa Teresita de Jesús de hoy. Su infancia espiritual y su gran confianza en Dios interpelaba a muchos. Mamen no era conocida para el gran público, pero sí era querida y admirada en los grupos de la Renovación Carismática Católica en España y América.

Fiel discípula y amiga del padre Chus Villarroel O.P., gran difusor de la Teología de la Gratuidad y y uno de los predicadores carismáticos más solicitados en el mundo hispano.  

Mamen Macías fue uno de los pilares del grupo carismático Maranatha de Madrid (España), así como de la Coordinadora de la Renovación Carismática Catolica en el Espíritu de España.

Sor Inés Carmen, una religiosa del convento de las dominicas de Lerma (Burgos), ha escrito un sentido recuerdo al año del fallecimiento de Mamen, que por su interés reproducimos en Religión en Libertad:


«Mamen, ¡ya ha pasado un año!  Y te imagino, conociendo como eres y sabiendo que nuestra naturaleza no se cambia, sino se transforma y eleva…te imagino entre los ángeles más movidos y traviesos animando sus buenas correrías y disfrutando por las nubes de la Felicidad de servir a Dios en plenitud.
        
»Pero también, porque te conozco, te imagino invadida de la contemplación del Misterio del Dios-Trino (que ya no sé si será misterio); porque, indiscutiblemente, tu ser siempre fue movido por la Presencia de Dios; si aquí eras una mística…te imagino zambullida en la adoración y alabanza, diría que completando el Cielo.
        
»Mamen, te queremos, te echamos de menos y te seguimos percibiendo; gracias, gracias porque nos sigues mirando y podemos tener referencia hacia ti.
        
»¿Cómo es ahora tu guitarra? Podía imaginar que no te hace falta, pero sí, porque los ángeles también tienen instrumentos, en la Biblia se los describe con cítaras, arpas, trompetas, timbales…etc. y Dios que creó la armonía y los sonidos, también los lleva a plenitud.
        
»Te hemos oído en grabaciones y nos ha dado tiempo a reconocerte con otros ojos, a Ver lo que se trasluce del Don de Dios en tus palabras y entusiasmo; nos has dejado el regalo de encarnar la gratuidad, precisamente porque superabas tu pequeñez arrojándote en el Corazón de Cristo, en Su Amor.
        
»Te fuiste de la mano de María, cuando Ella nació en la tierra te quiso tomar bajo su manto como predicadora con todos los hermanos de la Orden y…allí vives el Jubileo, no ya de 800 años, sino de eternidades, tirando de los que nos quedamos aquí sembrando la semilla, tú ya recoges gavillas.
        
»Mamen, en Lerma sigues bien viva y no sólo en el recuerdo; tu vestido blanco, ahora es la túnica y la palma  yendo detrás del Cordero, como decía sor Asunción.
        
»Somos la familia de Domingo contemplando al Dios eterno y al Hombre Cristo-Jesús por medio del Espíritu.
                                                                                              Amén».