Desde que se conoció la noticia de que el obispo de Northampton, John Haworth Doyle, decidiera abrir la causa de beatificación del genial escritor y periodista Gilbert Keith Chesterton mucho se ha hablado del asunto. Desde los que se muestran escépticos ante tal posibilidad hasta los que valoran los elementos de santidad del que fuera uno de los mayores apologetas católicos del último siglo.
 
Su forma de ser, su temperamento pero sobre todo sus obras no dejan a nadie indiferente por lo que esta causa de beatificación, aún en fase diocesana, dará mucho que hablar. Los hay que incluso proponen que Chesterton sea, en caso de ser canonizado, el patrón de los periodistas. Aún es algo lejano y difícil pero, ¿es imposible?.

 
En un artículo en The Catholic Herald, Francis Phillips muestra su deseo de que el genial escritor sea canonizado y también el por qué podría ser un ejemplo para todos los periodistas.
 
En su opinión, que el patrón de los periodistas fuera un posible San Gilbert Keith Chesterton dignificaría esta profesión en un momento en el que vive un mal momento de credibilidad, sería una profesión, en su opinión, “todavía digna de un santo”. Ya en España, disfrutamos de la gracia de tener un beato periodista, Manuel Lozano, más conocido como Lolo.

 
Phillips sigue soñando en su artículo propone que Chesterton tuviera una estatua en Fleet Street, la tradicional calle de la prensa británica, como recordatorio a todos los compañeros del gremio sobre la dignidad y responsabilidad de dicha profesión.
 
En este sentido, destaca que  además de su ferviente fe cristiana y su amor por todo lo creado sería el perfecto ejemplo para los periodistas. “Todo en Chesterton es subversivo y políticamente incorrecto: su grosor, su fe, su entusiasmo en la vida, su rechazo a conformarse y su independencia de criterio. Un modelo excelente a imitar por los periodistas”, cuenta Francis Phillips.

Sin embargo, ante los que dudan de la santidad y algunos aspectos de la vida del escritor británico, Phillips destaca que Chesterton fue un profeta que pronóstico de manera precisa los males que Occidente vive en este momento. “Era un genio, un profeta y un hombre de gran corazón, grande de espíritu”, concluye.
 
Estos argumentos a favor de la beatificación se multiplican en distintos ámbitos. Es el caso de Joseph Pearce, profesor de Literatura en Estados Unidos y biógrafo de Chesterton. En declaraciones a Religión en Libertad aseguró que “creo que hay muchas razones válidas y de bona fide para considerar la beatificación de Chesterton. La forma en que su vida y su obra encarnaron la indisoluble unidad entre la fe y la razón sería una razón válida. Otra sería su labor como incesante apologista de la Fe. En fin, otra sería la abundancia de frutos de su tarea como evangelizador, que se pusieron de manifiesto en las numerosas personas que trajo y continúa trayendo a la Fe".