El español Kiko Argüello, Iniciador del camino Neocatecumenal, explica en un artículo publicado en La Razón la relación que ha tenido Benedicto XVI con este pujante carisma del que es responsable. Reproducimos a continuación el texto íntegro:

¡Cuánto nos ha querido! 

«La noticia me ha dejado realmente impresionado y sólo puedo estar triste porque el Papa nos quiere muchísimo. ¡No puedo dejar de pensar cuánto nos ha querido! Recuerdo cómo fui a verle a Tubinga cuando era profesor en Alemania y cómo nos ayudó a abrir el Camino en Alemania. Escribió una carta maravillosa a dos párrocos amigos suyos de Múnich que aceptaron comenzar el Camino en sus parroquias. Años más tarde, nos pidió las catequesis del Camino para ser examinadas por la Iglesia y así darles un sello de autenticidad. Ha aprobado también los Estatutos del Camino y los pasos de todo el itinerario neocatecumenal. Ha enviado también a muchísimas familias en misión y a las primeras 15 comunidades en misión a las parroquias más necesitadas de Roma. Además, cuando tuvimos problemas con los obispos de Japón, él mismo me dijo: «Kiko, no tengas miedo, que yo mismo voy a ayudarte». Convocó a la Conferencia Episcopal japonesa para reunirse con ellos y con algunos cardenales, como el Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, el del Pontificio Consejo para los Laicos y el Prefecto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos.

»El Papa ha tomado una decisión muy humilde y valiente. Pienso que un signo de esperanza es que ayer —día que lo anunció— fue la Virgen de Lourdes, la Inmaculada Concepción, que se le apareció a Bernadette. Quizás la Santísima Virgen está preparando un nuevo Papa que pueda llevar adelante la evangelización de Asia. Creo que Asia y en concreto China y la India son, para toda la crisis económica mundial, muy importantes. En este continente hay millones de hombres que no conocen a Jesucristo y a los que, por tanto, hay que evangelizar. Por eso, en el Camino estamos preparando familias y sacerdotes para ponernos al servicio del nuevo Papa y para llevar adelante la Nueva Evangelización de la que también tanto ha hablado Benedicto XVI».