Vuelve la Navidad, su constancia en volver, en volver a nosotros, es muestra de permanencia. La Navidad, como la Verdad, es permanente y nos tiende la mano con mensaje de permanencia y de esperanza. El Amor y la Verdad, unión inseparable, nos hacen, asimismo, permanentes a nosotros. Cambiamos, sí, con cambios que se pueden percibir con los sentidos: crecemos, envejecemos, pero lo permanente no cede nunca ante esto, pues en lo esencial permanecemos, amando, sirviendo a la Verdad, sintiendo, presintiendo Eternidad por el testimonio sagrado de un Dios que se hace niño y nos redime.

La unión inseparable

La Navidad regresa,

y nos trae testimonio y melodía

de un Amor que no cesa,

Navidad: alegría

con la Verdad y toda su poesía.

La Navidad nos viene

dándonos del origen el testigo,

como hijos nos tiene,

nos arropa en su abrigo,

con el Amor que siempre trae consigo.

Abriga al que la espera,

al que sufre, al que ama, al que la implora,

se entrega toda entera,

ella es la conductora

a un siempre por encima de este ahora.

Gozosa Navidad:

tú abrazas al que ríe y al que llora,

con tu luz de Verdad

nos llevas, redentora,

a caminar de noche hacia la aurora.

Publicado en ABC.

Beatriz Villacañas es escritora y ha sido finalista del Premio Mundial Fernando Rielo de Poesía Mística.