Cuando se hundió el Muro de Berlín y el bloque soviético, en 1989, había casi 47.000 sacerdotes en zonas de misión. Hoy (con datos de 2016) son más de 88.000, casi el doble.

Es un crecimiento espectacular: las regiones que reciben misioneros (una de cada tres diócesis o circunscripciones en el mundo, en total 1.111, se consideran "territorio de misión") son también las que más han crecido en cantidad de clero. Los sacerdotes nativos conocen la cultura, la idiosincracia, las costumbres, el idioma... son imprescindibles para que crezca la Iglesia. 


Pero pese a ese crecimiento, en las zonas de misión faltan muchos sacerdotes, que deben cubrir territorios gigantescos y desplazarse en medios de lo más diverso, desde piraguas a avionetas.

Estos territorios y sus seminaristas son diócesis pobres y jóvenes, que necesitan para su subsistencia de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos y de las ayudas que envía Obras Misionales Pontificias (OMP). En esas iglesias hay en la actualidad 882 obispos (el 87% son nativos); más de 88.000 sacerdotes (entre nativos y misioneros) y casi 200.000 religiosos y religiosas.

Según datos del Anuario Estadístico de la Iglesia y la Guía de las Misiones Católicas, entre 2005 y 2015, el número de sacerdotes nativos en los territorios de misión ha subido en 26.000, y el de religiosos y religiosas en casi 72.000.

También en la Iglesia Universal el número de sacerdotes ha subido en casi 11.000 en estos años; mientras ha descendido notablemente el de religiosos y religiosas, en unos 100.000. En la década considerada, el número de seminaristas ha subido tanto en la Iglesia universal como en la Iglesia misionera (en más de 3.700 en la primera y en casi 2.300 en la segunda).


Los jóvenes que sienten la llamada a una vocación religiosa en los territorios de misión, encuentran en ocasiones muchas dificultades para poder realizarla, debido a la situación de pobreza de sus países y al coste de los estudios. Para paliar este inconveniente, la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, a través de Obras Misionales Pontificias (OMP) organiza anualmente una colecta, que en España tendrá lugar el domingo 7 de mayo, en la Jornada de Oración por las Vocaciones y de Vocaciones Nativas.

Gracias a la solidaridad de toda la Iglesia, OMP distribuyó en 2016 casi 21 millones de euros (más de 1,7 millón aportado por España). Con este importe se apoyó en África a 60.595 seminaristas, novicios y novicias, y también a sus formadores. En Asia, la ayuda llegó a 22.403 jóvenes y preparadores; a 471 en Oceanía y a 321 en América.

Además de esta colecta, quienes deseen ayudar a las jóvenes vocaciones que surgen en países de misión, pueden financiar una beca de estudio en alguna de estas tres modalidades. Con una beca de 2.000 euros se cubre la formación de un seminarista durante 6 años; con 1.000 euros, se aseguran 3 años de preparación de un futuro sacerdote; y con 350 euros se financia el curso académico de un seminarista o novicio/a.

Para saber más y apoyar al clero nativo en misiones se puede visitar www.vocacionesnativas.es