(LFP para Religión en Libertad) En un artículo publicado en L´Agulla, con el título “Un capellà rebel, una comunitat oberta” se informa de las declaraciones que un cura barcelonés, Manel Pousa, realizó al diario El Periódico hace unas semanas, en las que reconocía abiertamente haber pagado varios abortos. Pousa declaró que “A mí me interesa la persona. Cierto es que hay unos principios éticos, pero hay razones que, por ejemplo, llevan a determinadas mujeres a abortar. Yo he pagado abortos. Y la Conferencia Episcopal Española no se da cuenta de que el Evangelio no condena, sino que ofrece medidas liberadoras”. El código de derecho canónico de la Iglesia Católica dictamina que “quien procura el aborto, si éste se produce, incurre en excomunión latae sententiae.” (canon 1398) Y según la encíclica Evangelium Vitae de Juan Pablo II, la excomunión también afecta a los cómplices: "La excomunión afecta a todos los que cometen este delito conociendo la pena, incluidos también aquellos cómplices sin cuya cooperación el delito no se hubiera producido" (Juan Pablo II, Carta Encíclica Evangelium Vitae, n. 62). Manel Pousa recibió recientemente el Premi Solidaritat 2007 que otorga el Institut de Drets Humans de Catalunya. Con anterioridad había recibido el premio Josep Parera, valorado con 50.000 euros aportados por la Obra Social de Caixa Penedés, por su labor con los marginados, los presos y sus familias. ------------ El cardenal Sistach debe suspender inmediatamente a Manel Pousa Por Luis Fernando Pérez Bustamante La perversión del sacerdocio Por Isaac García Expósito