India está sufriendo una gravísima emergencia sanitaria debido a una nueva cepa de coronavirus que está asolando el país dejando miles de muertos y hospitales completamente colapsados.

Así lo atestiguan a Catholic News Service, varios directores de hospitales católicos del país asiático, que se lamentan de que no tienen sitio para tratar a la riada de personas afectadas que llegan a sus centros.

 “La situación es muy mala. No hay camas disponibles en ningún lugar del hospital. Los pacientes están en los pasillos y muchos están muriendo porque no hay camas ni oxígeno”, afirma  el padre PA George, director del Hospital de la Sagrada Familia en Nueva Delhi.

Además, el director del hospital católico más grande de Nueva Delhi afirma que no tiene “lugar ni siquiera en las urgencias para dar oxígeno. Los pacientes mueren frente a mis ojos. Te sientes angustiado, frustrado e impotente… Es horrible y el desastre va más allá de lo que puedas imaginar. Por favor, recen a Dios para que nos dé fuerzas para salvar algunas vidas”.

En el estado de Gujarat, el padre sirio-malabar Thomas Nadackalan, director del Hospital Christ en Rajkot agrega que tienen que “rechazar alrededor de 600 casos al día". "Estamos luchando por obtener oxígeno a tiempo para salvar las vidas de los ingresados", dijo.

En India los cadáveres se acumulan en los crematorios, que no logran dar abasto.

Por su parte, el cardenal Oswald Gracias, presidente de la Conferencia  Episcopal de la India, ha ofrecido el pleno apoyo de la iglesia en "la guerra contra la terrible situación del COVID-19 en el país".

“Hubo falta de planificación y falta de previsión. De lo contrario, no hubiéramos estado en la terrible situación en la que nos encontramos ahora”, denuncia el cardenal Gracias, arzobispo de Bombay. Ese día, el ministerio de salud de la India registró cerca de 354.000 nuevas infecciones y más de 2.800 muertes oficiales.

La escasez de oxígeno se ha convertido en el gran problema de la nación, con cientos de víctimas de COVID-19 sin aliento que mueren incluso en hospitales que luchan por conseguir un suministro de oxígeno adecuado. "El gobierno tiene que aumentar el suministro de oxígeno y establecer un control estricto para garantizar que cada hospital reciba suficiente oxígeno para que la gente no muera en los hospitales", agregó el purpurado.