Al menos 10 sacerdotes y dos religiosas han sido detenidos (o secuestrados) por la policía este domingo 21 de enero en diversas localidades de la República Democrática del Congo, en algunos casos en manifestaciones y marchas que se producían en las calles al acabar la misa. 

“Tenemos constancia del arresto de diez sacerdotes, entre ellos el p. Dieudonné Mukinayi, de la parroquia de Saint-Christophe de Binza Ozono. Fue capturado en una residencia de un miembro del gobierno junto con ocho feligreses”, denuncia Georges Kapiamba, presidente de la Asociación Congolaise pour l'Accès à la Justice (ACAJ), según el cual hay dos religiosas más que han desaparecido.

“Los sacerdotes detenidos podrían ser incluso 12, además de las dos hermanas”, señalan fuentes congoleñas de la Agencia Fides. 

Si el pasado 31 de diciembre las manifestaciones y protestas se centraban en la megaurbe de Kinshasa, con unos 12 millones de habitantes, esta vez se han producido en muchas ciudades de todo el país


“En Goma (capital de Kivu del Norte), donde el 31 de diciembre el llamamiento a la manifestación no había sido relanzado a nivel local, esta vez se llevó a cabo una manifestación después de la misa en la catedral, que fue reprimida por la policía. En la capital de Kivu del Sur, Bukavu, la policía sofocó la protesta al impedir que la gente se reuniera. En Mbuji-Mayi, la capital de Kasai Oriental, las iglesias habían estado rodeadas por el ejército desde la mañana. Una situación tan tensa que el obispo local tuvo que publicar una declaración para pedirles a los sacerdotes que tuvieran valor y realizasen los servicios religiosos. Pero en la catedral de Mbuji-Mayi, los militares interrumpieron la misa impidiendo la consagración de la Eucaristía”, explican las fuentes de Fides.



 La catedral de Mbuji-Mayi, en la que entraron los soldados durante la consagración este domingo 21 de enero


“Las muertes confirmadas de las que tenemos noticia son al menos 5, pero podrían ser más tal vez 6 o 7. Entre ellas está la hija de un oficial de policía que murió protegiendo a algunas niñas cuando el ejército comenzó a disparar en la parroquia de San Kizito en Kinshasa”.

El balance provisional de la represión presentado por la MONUSCO (Misión de la ONU en la República Democrática del Congo) es de 6 muertos, 57 heridos y más de 100 personas detenidas.

La manifestación del domingo fue convocada por asociaciones de laicos católicos para ejercer presión sobre el presidente Joseph Kabila para que respete los Acuerdos de San Silvestre del 31 de diciembre de 2016 y sobre todo para obtener de él el compromiso solemne de no volver a presentarse en las elecciones del 23 de diciembre de 2018.



 Manifestaciones de católicos con iconos y rosarios en diciembre de 2017 en Kinshasa; ahora se extienden por todo el país

Este domingo, el Papa Francisco lanzó un llamamiento “pidiendo a las autoridades, a los líderes y a todos en este amado país, que pongan el mayor esfuerzo y el máximo compromiso para evitar todas las formas de violencia y buscar soluciones para el bien común. Todos juntos, en silencio, rezamos por esta intención, por nuestros hermanos en la República Democrática del Congo”, dijo el Santo Padre después del Ángelus.


Joseph Kabila lleva como presidente desde hace 17 años: ascendió a la Presidencia el 26 de enero de 2001, con solo 29 años de edad, tras morir asesinado el anterior mandatario, su padre Laurent-Désiré Kabila. 

Joseph Kabila es protestante, aunque su esposa es católica. Los católicos son la principal denominación en Congo (37% según Pew Research de 2013), seguidos de los protestantes (32%), otros grupos cristianos (11%) y musulmanes de distintas ramas (11%).  

El país tiene 82 millones de habitantes, y a pesar de sus grandes riquezas naturales es el más pobre del mundo, según el Índice de Desarrollo Humano de 2011. 


El mandato de Kabila como presidente de la República Democrática del Congo debía finalizar el 20 de diciembre de 2016, pero el día antes de finalizar ese plazo su portavoz declaró que se mantendría hasta que haya un nuevo presidente tras unas elecciones programadas para después de abril de 2018. Recientemente, se aplazó aún más, a diciembre de 2018.


En noviembre, los obispos católicos de la Conferencia Episcopal Nacional de Congo (CENCO) pidió que Kabila anuncie públicamente que no volverá a ser candidato. «Estamos convencidos de que esto contribuirá a rebajar las tensiones políticas», explicaban los obispos en una nota.

Vídeo con escenas de las manifestaciones y el ambiente en las parroquias en diciembre de 2017