La Policía y el Ejército congoleños han rodeado este domingo de puestos de control la capital del país, Kinshasa, una urbe gigantesca de 12 millones de habitantes. 

Militares y policías además han dispersado con gases lacrimógenos a un grupo de opositores católicos concentrados delante de una iglesia para protestar contra el presidente, Joseph Kabila. Las autoridades también han restringido Internet y la mensajería SMS. 

Este último episodio tiene lugar después de que los religiosos decidieran organizar una marcha para instar a Kabila a que no cambie la Constitución para volver a presentarse al cargo, y que libere a los presos políticos. 


Aprovechando la presencia del líder opositor, Felix Tshisekedi, en la catedral de Notre Dame du Congo (en el barrio de Lingwala), los fieles han salido a la calle a pesar de la fuerte presencia de seguridad para dar inicio a la protesta, finalmente disuelta.

Además, el opositor, que había dado en principio su apoyo a la marcha, ha acabado abandonando el lugar en coche, entre insultos de los manifestantes, que le han acusado de abandonarlos a su suerte.


Joseph Kabila lleva como presidente desde hace casi 17 años: ascendió a la Presidencia el 26 de enero de 2001, con solo 29 años de edad, tras morir asesinado el anterior mandatario, su padre Laurent-Désiré Kabila. 

Joseph Kabila es protestante, aunque su esposa es católica. Los católicos son la principal denominación en Congo (37% según Pew Research de 2013), seguidos de los protestantes (32%), otros grupos cristianos (11%) y musulmanes de distintas ramas (11%).  

El país tiene 82 millones de habitantes, y a pesar de sus grandes riquezas naturales es el más pobre del mundo, según el Índice de Desarrollo Humano de 2011. 


El mandato de Kabila como presidente de la República Democrática del Congo debía finalizar el 20 de diciembre de 2016, pero el día antes de finalizar ese plazo su portavoz declaró que se mantendría hasta que haya un nuevo presidente tras unas elecciones programadas para después de abril de 2018. Recientemente, se aplazó aún más, a diciembre de 2018.


 
Los obispos del Congo piden que no se aplacen más las elecciones y que Kabila anuncie que no se presenta


En noviembre, los obispos católicos de la Conferencia Episcopal Nacional de Congo (CENCO) pidió que Kabila anuncie públicamente que no volverá a ser candidato. «Estamos convencidos de que esto contribuirá a rebajar las tensiones políticas», explicaban los obispos en una nota.

Así, el secretario general de la CENCO, Donatien Nshole, pedía al Gobierno de Kabila que «respete las libertades de expresión y manifestación, previstas por la Constitución», resaltando además que se debe «rechazar» cualquier intento de revisar la Carta Magna antes de las elecciones.

Durante los últimos meses, numerosas personas han sido detenidas en manifestaciones convocadas por organizaciones civiles –y respaldadas por la principal coalición opositora, la Plataforma– para reclamar la dimisión de Kabila.