En el noreste de la República Democrática del Congo, dos sacerdotes fueron secuestrados el pasado domingo por la noche cuando unos desconocidos irrumpieron en la parroquia de Notre Dame des Anges de Bunyuka, en la diócesis de Beni-Butembo, y se llevaron por la fuerza a Pierre Akilimali y Charles Kipasa, ambos congoleños.

En un comunicado emitido por la Conferencia Episcopal del Congo y que recoge la agencia Fides, los obispos han condenado el secuestro de estos dos sacerdotes y han denunciado el clima de inseguridad en la zona. Han recordado a las autoridades del país su tarea de “garantizar la seguridad de las personas y de sus bienes”.


Igualmente, los obispos también han pedido a las fuerzas de seguridad que hagan “todo lo posible para liberar a los dos sacerdotes de las manos de sus secuestradores y que traten de desmantelar la red criminal que perturba la paz en la región de Beni”.

La declaración recuerda también que desde octubre de 2012 no se sabe nada de la suerte de los tres padres asuncionistas, Jean-Pierre Ndulani, Anselme Wasikundi y Edmond Bamutute, secuestrados en su parroquia de Notre-Dame des Pauvres de Mbau, a 22 km de Beni .


“Los sacerdotes son hombres de Dios que dedican su vida al bien de la población, sin tener una agenda política. Hacerles daño, significa dañar a toda la comunidad a la que sirven”, subraya la declaración firmada por Monseñor Marcel Utembi, arzobispo de Kisangani y Presidente de la Conferencia Episcopal.

Según la nota de CEPADHO, una ONG local por la defensa de los derechos humanos, los dos sacerdotes fueron secuestrados por una docena de hombres armados vestidos de camuflaje que atacaron a la parroquia. Los asaltantes golpearon a algunos seminaristas de la parroquia y robaron dos coches y dos motos de los sacerdotes. Los dos jeeps han sido encontrados más tarde cerca del Parque Nacional de Virunga.