El pasado 24 de noviembre, festividad de Cristo Rey, en la iglesia de Raikia, hicieron su Primera Comunión varios hijos de los mártires de las matanzas de Orissa de 2008, cuando radicales hindúes desataron una brutal persecución que acabó con la vida de más de doscientos cristianos y la destrucción de cientos de templos.

Raikia, en el distrito de Kandhamal, fue uno de los lugares más castigados por las razzias. Pero el domingo pasado en torno a cinco mil personas acudieron a la ceremonia, que se celebró en el pequeño templo con la mayoría de los asistentes en el exterior.

“Estoy muy contento de que mi hija haya recibido la Primera Comunión", declaró a Asia News Bonsidhar Pradhan, uno de los padres supervivientes. Otra de las niñas que ese día recibieron por primera vez a Cristo mostró también su emoción: "Mi padre, que fue asesinado brutalmente durante los hechos de violencia contra los cristianos en el 2008, hubiera estado muy feliz de verme recibir la eucaristía”.  

Ofició la misa John Barwa, arzobispo de Cuttack-Bhubaneswar, quien subrayó que “la gente de Kandhamal padeció persecuciones y amenazas. Estuvieron dispuestos al sacrificio, incluso hasta la muerte, para dar testimonio del Rey de la paz y de la justicia... Los reyes van y vienen, pero nuestro Rey, el Señor Jesucristo, ha venido y ha vivido en todo el mundo. Nosotros revelamos a nuestro Rey en nuestra conducta y actitud, y nos hacemos súbditos fieles del Rey fiel”.

Junto al prelado, concelebraron diez sacerdotes. El huésped de honor fue el sacerdote Stephen Alathara, subsecretario de la conferencia episcopal de la India, testigo de la fe de los supervivientes: "La Iglesia india está agradecida a Kandhamal por la contribución que ha ofrecido a la Iglesia universal. La fe de Kandhamal es realmente una inspiración para cualquier cristiano de la época moderna”. 

Por la noche, miles de personas participaron en la procesión eucarística que cruzó la ciudad.