La Unión Europea se ha lanzado en tromba contra Hungría, desde la Comisión Europea como de hasta 14 estados miembros. Y todo por la ley aprobada en el país magiar que dice que “la pornografía y el contenido que represente la sexualidad para sus propios fines o que promueva la desviación de la identidad de género, la reasignación de género y la homosexualidad no se pondrán a disposición de las personas menores de 18 años”.

Con esta normativa, el gobierno de Viktor Orban pretende proteger a los menores y sobre todo defender el derecho de los padres a educar a sus hijos.

Sin embargo, desde que se ha conocido la ley el ataque contra Hungría por parte de otros países e instituciones ha sido enorme. La presidente de la Comisión Europea, Úrsula von der Leyen ha llegado a asegurar que “este proyecto de ley húngaro es una vergüenza".

La política alemana, que se considera cristiana y es madre de siete hijos, afirmaba haber dado órdenes a sus comisarios europeos responsables para “que escriban una carta a las autoridades húngaras expresando nuestras preocupaciones legales antes de que el proyecto de ley entre en vigor. “Este proyecto de ley discrimina claramente a las personas por su orientación sexual y va en contra de todos los valores fundamentales de la Unión Europea. Esto es dignidad humana, es igualdad y son los derechos humanos fundamentales. Así que no transigiremos en estos principios", afirmaba.

Igualmente, 14 países de la UE, entre los que se encuentra España, han pedido actuar contra Hungría por esta ley que consideran que ataca los derechos de los LGTBI.

Sin embargo, ni la Comisión Europea ni los países que atacan a Hungría han permitido a este país defenderse y explicar en qué consiste la ley. En un comunicado del gobierno de Hungría denunciaban que “la declaración del presidente de la Comisión Europea es una vergüenza porque se basa en acusaciones falsas”.

De este modo, señalaban que "el proyecto de ley húngaro recientemente adoptado protege los derechos de los niños, garantiza los derechos de los padres y no se aplica a los derechos de orientación sexual de los mayores de 18 años, por lo que no contiene ningún elemento discriminatorio".

Judit Varga, ministra de Justicia de Hungría

Es decir, la ley húngara no interfiere en el estilo de vida de los adultos sino que pretende proteger a los menores.

"La declaración del presidente de la Comisión es una vergüenza porque publica una opinión política sesgada sin una investigación imparcial realizada previamente", prosiguió el comunicado gubernamental.

Por su parte, Péter Szijjártó, ministro de Relaciones Exteriores de Hungría, también desestimó todas las opiniones negativas y pidió a los críticos que leyeran la ley en su totalidad: "Esta ley no va en contra de ninguna comunidad en Hungría".

"Esta ley va en contra de todos los pedófilos por lo que esta ley deja muy claro que los niños deben ser protegidos y por eso esta ley deja muy claro que los delitos de pedófilos deben ser castigados de una manera muy, muy grave", agregaba.

En la misma línea se ha manifestado la ministra de Justicia de Hungría, Judit Varga, que denuncia que los países que les atacan “ni siquiera se han puesto en contacto con Hungría para aclarar el sentido de las palabras y las verdaderas áreas de aplicación de la ley”.

La ministra quiso recordar que los que critican su ley no tienen en cuenta que la Carta de Derechos Humanos de la UE dice que es un derecho de los padres decidir sobre la educación de sus hijos.