Mohammed Karabila, imán en Etienne-du-Rouvray y presidente del Consejo regional del culto musulmán de la región de Alta Normandía, se ha declarado “horrorizado por la muerte de mi amigo”, el sacerdote Jacques Hamel. 

"La persona que hizo este acto odioso es conocida y ha sido seguida por la Policía por al menos un año y medio", ha denunciado. "Fue a Turquía y los servicios de seguridad fueron alertados".

Se refiere a quien, según parece, es uno de los autores del asesinato del padre Jacques Hamel, Adel K., de 19 años, que intentó ya unirse a Daesh en Siria en marzo de 2015 siendo menor de edad, pero fue detenido en Munich y puesto bajo vigilancia judicial en casa de sus padres en Saint-Etienne-du-Rouvray, lugar de los atentados, según señalan algunos medios franceses.

En mayo de 2015 volvió a intentar ir a Siria, junto con un amigo de la infancia, a través de Suiza y Turquía: en Estambul fue detenido y extraditado a Francia. Le encarcelaron y 10 meses después fue liberado, en marzo de 2016, con un brazalete electrónico en espera de juicio. Según parece, asaltó la parroquia de Saint-Etienne-du-Rouvray con el brazalete puesto.


El imán Karabila elogia al sacerdote asesinado. “Todas nuestras oraciones son para su familia y la comunidad católica”, afirma. “Es alguien que dio su vida por los demás. En la mezquita estamos anonadados” añadió.

El sacerdote y el imán se conocían bien y habían tenido diversos encuentros, “desde las intervenciones públicas hasta en las salas de fiestas”, dijo. "Formábamos parte de un comité interconfesional fundado hace 18 meses. Hablábamos juntos de religión y convivencia". 

De hecho, el terreno de la mezquita lo ofreció en el año 2000 la parroquia católica.