Las fuerzas policiales de Polonia detuvieron este lunes a un hombre extranjero, de 48 años, se cree que de nacionalidad iraquí,  acusado de posesión de explosivos.

Un portavoz del tribunal de Lodz, en el centro del país, reconoció que las autoridades sospechaban que el detenido pudiera estar preparando un atentado durante la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), que se celebra esta semana en Cracovia y a la que asistirá el Papa Francisco.

Según informaron medios locales, el sospechoso fue detenido en un hotel. La Policía busca más posibles cómplices y sospecha que pudiera tratarse de una operación coordinada entre varias personas. 

Según las mismas informaciones, las primeras sospechas surgieron durante un control de rutina en el que perros adiestrados para detectar explosivos recorrían uno de los trayectos que en los próximos días recorrerá el Papa.

El iraquí, quien no tiene dirección permanente en Polonia, permanecerá en detención preventiva los próximos dos meses y podría ser condenado hasta a ocho años de prisión por tenencia ilegal de explosivos, según señalo la fiscalía.

Según las autoridades, no hay que temer puesto que la ciudad se ha blindado para recibir al Papa Francisco y a los cientos de miles de peregrinos que le acompañarán hasta el próximo domingo 31. En toda Polonia hay desplegados 20.000 policías.

Por su parte, el ministro del Interior polaco, Mariusz Blaszczak, ha asegurado que no hay constancia de que exista amenaza terrorista en Polonia.

A la seguridad interior se suma el restablecimiento por un mes de los controles en las fronteras con sus vecinos de la UE, Alemania, República Checa, Eslovaquia y Lituania, así como en los puertos marítimos y aéreos.