El cardenal Antonio Cañizares, arzobispo de Valencia y, desde hace unos días, nuevo vicepresidente de la Conferencia Episcopal, ha sido entrevistado por diversos medios, en una larga entrevista que publica por escrito El Mundo. El periódico destaca que ha sido "consejero de destacados líderes de los últimos 30 años".

Antes de entrar en temas de actualidad comenta algunos aspectos de devoción personal: su admiración por el obispo valenciano Santo Tomás de Villanueva, que se confiesa cada ocho días, y que se siente llamado a hablar con firmeza y claridad. «Me gusta ser políticamente incorrecto», admite a los periodistas. «Un día Juan Carlos Rodríguez Ibarra [el presidente socialista de Extremadura entre 1983 y 2007] me dijo: 'si no dice lo que dice, sería usted un mal obispo'. Y es verdad, pero no trato de fustigar a nadie». 

Después, respondiendo a los periodistas, habla del "imperio gay" (formado por lobbies), la ideología de género, los políticos valencianos y la necesidad de "ser cristianos no anónimos, que se nos note".

- Usted siempre se rebela y dice que nadie le va a callar.
- Sí, porque decir estas cosas no es lo que se lleva hoy en día. La verdad del Evangelio no puede ser encadenada y yo estoy al servicio del Evangelio y, por tanto, la libertad mía nadie podrá hacerla callar. Si yo callase, sería un mal obispo y no quiero serlo.

- Hubo un tiempo en que quien ocupaba su posición, mandaba mucho. O se decía que mandaba bastante. Ahora parece que manda menos, o influye menos en el poder político.
- No sé si tengo influencia política o no, lo único que sé es que trato de hacer bien a la sociedad y que no soy un obispo que esté al margen de la sociedad, me meto en todas las cuestiones. La relación de la Iglesia es con la sociedad, donde también están los políticos.

- Si el 70% de los españoles dice que es católico, ¿por qué las iglesias están cada vez más vacías?
- Hay una descristianización muy grande y eso se nota también en la práctica religiosa. España no ha sido de mucha práctica religiosa, excepto en algunas regiones. Era una paradoja que España, siendo católica, fuese poco practicante. En estos momentos esto se ha acentuado, necesitamos revitalizar la fe. Esa es mi principal preocupación, que la gente viva lo que cree, conforme al Evangelio, que es sencillamente la vida de la caridad y de las bienaventuranzas.

-¿Se puede ser cristiano sin comprometerse con el catolicismo?
-Lo católico no está en contra de lo cristiano, al contrario, hay que vivir la fe cristiana dentro de la Iglesia católica.

- ¿Es un grito de protesta de la gente?
- Creo que es de indiferencia, que es peor que la protesta.

- Para la Iglesia es mucho peor la indiferencia que la protesta...
- Las dos cosas son malas. Que no se quiera a la Iglesia es realmente un drama porque entonces indica que la Iglesia no es fiel a lo que la constituye o que a la gente lo que le ofrece la Iglesia, que es Cristo, lo rechaza. Pero la gente no siempre tiene razón.

- ¿Qué quiere decir?
- Se dice que la Iglesia es un cúmulo de pecado y no es cierto. Los pecados son los míos, no de la Iglesia como tal. Hay que recuperar el sentido de Iglesia, es fundamental para el futuro de la humanidad. La Iglesia sólo tiene una riqueza, la palabra de Jesucristo.

-¿Sigue pensando que en las colas de los refugiados se esconde un Caballo de Troya?
- En aquel momento era así, había gente que venía a Europa con otras intenciones y los hechos me han dado la razón.

- ¿España ha sido modélica en la acogida de refugiados?
- Se dijo lo del barco y fue una imaginación de la compañía naviera y de algunos políticos que decían que iba a suceder. Estamos dispuestos a acoger a los refugiados, la Iglesia siempre ha estado abierta a acogerlos.

- ¿Europa actúa como debía?
- Hay que superar la construcción de los muros. Europa necesita una renovación en profundidad y España también. Hay una quiebra humana y moral muy grande, no sólo de corrupción, también en el tema de los refugiados y debemos dar mayores pasos.

- ¿Y hacia qué Europa tenemos que avanzar?
- Hacia la Europa que defiende a las personas, la de las libertades y la de los derechos humanos.

- ¿Y en esa Europa ve justo que se juzgue a una persona por su identidad sexual?
- No, debe aceptarse a todas las personas y acogerlas como son.

- ¿Entiende que el colectivo LGTBI se haya sentido ofendido por su referencia al Imperio Gay?
- Es que es un imperio, no reconocerlo es estar ciego. No tengo nada contra los homosexuales, tengo amigos homosexuales y lesbianas.

- Son personas, en definitiva.
- Y hay que acogerlas con la máxima amplitud y cariño. En la Iglesia no deben ser excluidos, Jesucristo no hubiese preguntado a una persona si es homosexual.

- ¿Qué quiere decir con imperio?
- Lobbies, y los lobbies son imperios. Se ejerce un dominio en las legislaciones.

- El papa Francisco dijo que la Iglesia debe pedir perdón a los gays, ¿qué opina?
- Lo acepto completamente. Hay que pedir perdón a los gays, pero no sólo a ellos, a mucha gente. Pero añado, la Iglesia es la única que pide perdón, los demás no piden perdón a la Iglesia. Se persiguen a miles de cristianos por el hecho de serlo y nadie se levanta contra eso ni se publica en los medios. Hay un control para que ciertas cosas no se digan.

- Sí que hemos publicado que Podemos quiere quitar de la parrilla de RTVE la misa de los domingos.
- Esa emisión no va en contra de la libertad religiosa. Una persona puede hacer zapping, cambiar de canal y no herir a nadie. Sin embargo, sí salen escenas que son totalmente deleznable. ¿Se pueden emitir películas porno y la misa no? ¿Eso se puede hacer?

- ¿La libertad de conciencia y religión peligran?
- Están sometidas a un ataque muy constante. Cuando se pone la libertad de expresión por encima de la libertad religiosa o de conciencia, mal asunto.

- ¿Se mata a mujeres por el hecho de ser mujeres?
- Existe una violencia contra la mujer pero no es de género, esa es la trampa. Pensar así significa considerar a la mujer más débil y al hombre el macho. Se puede llamar de otra manera, pero no de género. Es una manera que tiene la ideología de género de ir penetrando a través del lenguaje, pero no tiene nada que ver. Simplemente son unos animales que hacen eso con sus mujeres o compañeras, una barbaridad.

- ¿Qué quiere decir con ideología de género?
- Nacemos hombre o mujer, es evidente. Parece que en el género no importa la biología. ¿Sabes cuántos géneros dicen que hay? 35. Es grotesco. Género no es igual a decir homosexual, lesbiana, transexual... A los transexuales hay que aceptarlos y acogerlos, que se sientan en la Iglesia como en su casa, sin ser rechazados. Pero la ideología de género dice que no hay naturaleza, que no hay cuerpo, que no hay biología... ¡que no hay Dios! Y eso es terrible para la humanidad. La ideología de género no es feminista, ni mucho menos, la primera víctima de esa ideología es la mujer.

- ¿No cree que el género está en la cabeza de las personas?
- Eso es una invención de la ideología de género. Uno puede ser lo que sea pero eso no quiere decir que uno no tenga unas características de naturaleza. La ideología de género niega la propia naturaleza.

- Don Ricardo Blázquez habló de las personas «no tan santas» que pueblan el Vaticano...
- Si fuésemos más santos los católicos, el mundo sería distinto. Malas prácticas hay en todas partes, conozco bien el Vaticano y las hay. Pero tengo que decir que hay muchísimas más buenas prácticas que malas.

- ¿Cuál cree que debe ser el papel de la mujer en la sociedad?
- Debe tener más protagonismo y un papel muy importante en la Iglesia, está utilizada e instrumentalizada y en la Iglesia también, aunque menos que en otros lugares.

- Hay un partido, Compromís, que ha denunciado en Fiscalía que se pagaba a profesores de Religión que trabajaban para el Arzobispado, ¿es cierto?
-A mí no me consta, sólo sé que se me imputan cosas de cuando yo no era arzobispo.

- ¿Por qué dijo que Puig no hace lo que piensa?
- Sé cómo piensa Ximo Puig [presidente socialista de la Generalitat valenciana] y en algunos temas hace cosas distintas a las que piensa. En el tema de la educación Puig, como todos los socialistas, es partidario de la libertad de enseñanza, cosa que no sucede en su conseller. El tipo de colegio concertado que tenemos en España no está en Europa y eso ha sido cosa de los socialistas. Si ahora quita los conciertos, dígame usted si eso no es hacer cosas que exige un guión.

- ¿Qué le diría a Mónica Oltra? [Vicepresidenta de la Generalitat valenciana, de la coalición de izquierda nacionalista y laicista Compromís]
- Siempre que nos encontramos decimos que tenemos que vernos, pero no llega. Le diría que tenemos que entendernos por el bien común de Valencia.

- ¿Los católicos tendrán que salir más a la calle?
- Tenemos que ser cristianos no anónimos, que se nos note. Es necesario y a los obispos más todavía.

(Publicado originariamente aquí en El Mundo)


  Cañizares, durante su entrevista con ABC


El cardenal ha respondido también a una entrevista con el periódico ABC, en la que se detiene en respuestas un poco más detalladas. 
 

-¿Estamos ante un escenario político similar al vivido en el trienio 2005-2008 con Ricardo Blázquez? Aquella época estuvo marcada por leyes del Gobierno socialista que la Iglesia calificó de «reingeniería social»...
A nivel político hoy tenemos una situación extraña en muchos sentidos, pero es distinta. La capacidad de entrar en diálogo y colaboración es necesaria y así lo intentaremos. En aquel momento Ricardo Blázquez y yo nos entendimos muy bien y ahora nos entenderemos todavía mejor. Los dos estamos al servicio de la Conferencia Episcopal para ayudar a nuestros hermanos obispos.

- ¿Qué papel tiene que desempeñar la Iglesia ante lo que el cardenal Blázquez ha calificado como de «anticlericalismo trasnochado»?
Más que un anticlericalismo trasnochado en España, yo diría que estamos en una situación de laicismo generalizado, que está en muchas partes y no se le puede atribuir exclusivamente a ningún grupo político en particular. Es la sociedad en general, que vive como si Dios no existiera. Y eso tiene unas repercusiones en la condición del hombre, en la moral y a la hora de abordar los problemas fundamentales de nuestra sociedad.

- ¿Qué respuesta debe dar la Conferencia Episcopal?
Es la hora de la evangelización y no la hora del proselitismo. Es la hora de anunciar la verdad del Evangelio y enseñar el arte de vivir conforme a esa verdad que encontramos en la persona de Jesucristo. Hay que ofrecerlo a todos sin imponer a nadie.

- ¿Su elección como vicepresidente obedece a la necesidad de elevar el tono ante esa generalización del laicismo que usted denuncia?
Los obispos me eligieron vicepresidente en primera votación para que la Confederación Episcopal aborde, como se ha hecho en otros momentos y con toda la sencillez y toda la verdad, la situación en la que estamos inmersos, que es similar a la que dio lugar al documento «La verdad os hará libres» [En noviembre de 1990]. Yo entonces no era obispo, sino secretario de la comisión de la Doctrina de la Fe y elaboramos un texto que fue el más extendido en toda la historia de la Conferencia Episcopal, con más de seis millones de ejemplares y una repercusión mundial enorme. En estos momentos necesitamos algo similar. Los obispos no podemos ser unos obispos mudos ante el laicismo. La historia de la Conferencia Episcopal ha sido muy buena en ese sentido y se ha pronunciado sin ningún temor, simplemente como servicio a los hombres, con el objetivo de lograr una sociedad más libre, más pacífica y con más derechos humanos.

- ¿Coincide con Francisco Vázquez en que Valencia se ha convertido en un laboratorio de ideas para quebrar la libertad religiosa?
Estoy de acuerdo en prácticamente todo lo que dice Francisco Vázquez [antiguo alcalde socialista de La Coruña durante muchos años, y luego embajador de España ante la Santa Sede, ndReL] porque es un hombre sensato y de bien. Aunque milite en el PSOE le tiende la mano a todos. Cuando vino recientemente a impartir una conferencia en la Universidad Católica de Valencia yo le dije que si se presentara a presidente le votaría. Hacen falta políticos de su talla, como los de la Transición, sin renunciar nadie a sus convicciones. Además, Vázquez fue un extraordinario embajador ante la Santa Sede.

- ¿A qué se refiere cuando sostiene que la educación está «acosada»?
Es que es cierto. Ahora se habla de un pacto escolar que resulta necesario, pero hay que ponerse de acuerdo en qué es la educación, en los principios fundamentales que deben regir a la persona humana y a la sociedad. Sin embargo, en el pacto escolar se va a ver quién tiene más cotas de poder en la escuela, y no debe ser eso. No se puede abordar un pacto sin tener en cuenta ni a los padres, ni a los profesores ni a las instituciones que están dedicadas a la enseñanza. La Iglesia también tiene que decir algo respecto a este tema.

-¿Y cuál debe ser la respuesta que ofrezca la Iglesia en este debate?
La Iglesia debería ofrecer a la sociedad una alternativa a la enseñanza dentro del marco jurídico, como la que supuso la gran revolución cultural en España en 1976. Toda la escuela católica, que supone el 30% en nuestro país, es la alternativa. Seguramente muchos dirían que eso es necesario. Aquí en Valencia, los colegios de Santiago Apóstol y Nuestra Señora de los Desamparados son los de mayor integración de niños inmigrantes y de etnia gitana. Esos centros realizan al mismo tiempo una obra social y educativa enorme. En el fondo, es una escuela de promoción de la familia. Ese es el ejemplo de la alternativa de enseñanza que debe ofrecer la escuela de la Iglesia. Hay que dar sentido a la vida y enseñar el arte de vivir. Ojalá el pacto escolar tenga en cuenta estos principios y no solo los del informe Pisa.

- ¿Cómo debería concretarse el compromiso en la defensa de la vida que reclama usted a los legisladores?
Como decía Juan Pablo II, el problema del siglo XXI es la defensa de la vida. La dignidad de la persona humana es el futuro y los gobiernos deben legislar conforme a eso. La defensa de la vida es la defensa del hombre. Cuando la Iglesia dice «no» al aborto, no está diciendo tanto «no» al aborto: dice sí a la vida. Cuando la Iglesia propugna leyes que favorezcan la maternidad reclama que se proteja la vida de la madre y los nacituros. Estamos diciendo algo nuevo que recogía la ley de Alberto Ruiz Gallardón, que no era una norma sobre el aborto, sino de protección de la madre y de la vida naciente. Era la única legislación de toda Europa de estas características, pero por los intereses que fueran, en los que no voy a entrar, esa ley no salió adelante. Aquí en la Comunidad Valenciana se ha derogado la ley de protección a la maternidad. Es algo inconcebible. No era una ley machista como algunos la han calificado. Además, estas leyes son necesarias más que nunca ahora que comprobamos cómo está descendiendo la natalidad.

- ¿Que le parece que el secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, reclame más «Franciscos» y menos «Cañizares» en la Iglesia española?
Yo le diría al líder de Podemos que antes de opinar conozca mejor el pensamiento del Papa Francisco y el de Antonio Cañizares y se informe más. La unidad entre Su Santidad y un servidor es total. Soy amigo de Francisco antes de que él fuera Papa y yo arzobispo de Valencia.

(Entrevista originaria en ABC aquí)