El gobierno comunista de Fidel y Raúl Castro ha declarado el Viernes Santo fiesta nacional, como una de las consecuencias tangibles de la reciente visita del Papa a Cuba.

A pocos kilómetros al norte, en la Florida que ha sido refugio de miles de cubanos durante décadas, adonde han querido llegar incluso al precio de ser devorados por los tiburones, no lo es, sin embargo, como tampoco en la mayor parte de los Estados de la Unión.

Actualmente sólo hay doce donde no es día laborable: Texas, donde es opcional, y luego Connecticut, Delaware, Hawai, Indiana, Kentucky, Louisiana, Nueva Jersey, Carolina del Norte, Dakota del Norte, Tennessee y, como Estado libre asociado, Puerto Rico.

Salvo en Puerto Rico, por sus raíces hispanas, en ninguno de los otros once los católicos son mayoría, siendo Nueva Jersey, con más del 40%, el que más católicos cuenta en su población. En Tennessee, sin embargo, en pleno Bible Belt [Cinturón de la Biblia] protestante, no llegan al 10%.

En el estado más católico en su conjunto, Rhode Island, en torno al 65%, el Viernes Santo es sin embargo día laborable.