Inglaterra se consideró durante siglos "la Dote de María", una expresión que reflejaba la singular devoción de aquel pueblo a la Virgen hasta el cisma anglicano y su protestantización. Un reciente artículo en Cari Filii recoge la iniciativa de la Iglesia inglesa para recuperar aquel espíritu para la salvación de la nación:

En 2014, en ocasión de su 60 cumpleaños, monseñor John Armitage, entonces vicario general de la diócesis de Brentwood (Inglaterra) fue nombrado rector del Santuario de Nuestra Señora de Walsingham, en Norfolk.

Después del anuncio, el cardenal Vincent Nichols dijo: “Me complace saber que monseñor John Armitage ocupará este cargo. Su profunda devoción a la Santísima Virgen, su notable impulso pastoral y su entusiasmo hacen que su nombramiento sea muy prometedor, no sólo para el santuario, sino también para la Iglesia de este país y para nuestra misión”.

Monseñor Armitage quiere revivir la devoción mariana en Inglaterra desde la importancia histórica del Santuario de Walsingham.

Desde su llegada, monseñor Armitage ha dejado claro que su misión no tiene que ver sólo con el ladrillo y el cemento de este antiguo santuario, sino que su deseo es que el mensaje de Walsingham se entienda mejor. Como ha indicado, “la salud espiritual de este país está vinculada a este lugar”.

Fieles congregados en el Santuario de Walsingham.

La conferencia episcopal inglesa ha decidido volver a consagrar Inglaterra a la Dote de María. Esta ceremonia tendrá lugar en la festividad de la Anunciación del año 2020. Para preparar esta conmemoración, una estatua de Nuestra Señora de Walsingham, cuya fiesta es el 24 de septiembre, visitará todas las catedrales católicas del país. Monseñor Armitage ha explicado a K.V. Turley, de National Catholic Register, la profunda devoción mariana existente en Inglaterra y lo necesaria que es en nuestra cultura actual.

-¿Qué es exactamente la “Dote de María”?
-Única entre todas las naciones, los católicos de Inglaterra creen desde hace siglos que su nación es, de una manera especial, la “Dote de María”.

»La palabra “dote” (del latín dos, que significa “donación") es entendida a veces como la donación que acompaña a una esposa. Sin embargo, en la ley medieval inglesa, el significado se invierte: el marido reserva una parte de sus propiedades para el mantenimiento de su esposa, en el caso de que ésta enviude. El significado histórico de Inglaterra como “Dote de María” se comprende en este sentido: que Inglaterra ha sido reservada para María.

»Se cree que este título tiene su origen en la época de San Eduardo el Confesor (1042-1066), aunque se desconoce su origen exacto. A mediados del siglo XIV su uso era ya generalizado; y, alrededor del 1350, un predicador mendicante declaró en un sermón que “se dice habitualmente que Inglaterra es la dote de la Virgen”, indicando el origen del título en la profunda devoción que los ingleses tenían por la Madre de Dios desde la Edad Medía.

»En 1381, el rey Ricardo II consagró Inglaterra a María en una ceremonia en la Abadía de Westminster el día del Corpus Christi, como acción de gracias por haber salvado su reino durante la Revuelta de los Campesinos [o Rebelión de Wat Tyler].

El Díptico Wilton, en la National Gallery de Londres, muestra al rey Ricardo II rezando ante Nuestra Señora. Detrás de él están sus patronos: San Juan Bautista, San Eduardo el Confesor y San Edmundo.

»En 1399, Thomas Arundel, arzobispo de Canterbury, escribió a sus obispos sufragáneos: “La contemplación del gran misterio de la Encarnación ha llevado a todas las naciones cristianas a venerar a Aquella en la que tuvo inicio nuestra redención. Pero nosotros, los ingleses, al ser siervos de su herencia especial y de su propia dote, como se nos conoce normalmente, tenemos que superar a los otros en el fervor de nuestras alabanzas y devociones”.

»Por lo tanto, el título de Inglaterra como “Dote de María” estaba ya en uso a finales del siglo XIV, pero la carta del arzobispo Arundel nos indica, además, que cuando la escribió, ya se utilizaba, lo que indica un origen anterior.

»Se creía que Inglaterra pertenecía a María de una manera especial, ya que era considerada la “protectora” del país y quien, por medio de sus poderes de intercesión, actuaba como su defensora o guardiana. Durante el reinado de Enrique V (1386 -1422), el título se aplicaba a Inglaterra en los textos latinos. Y según el cronista monástico Thomas Elmham, los sacerdotes ingleses buscaron la intercesión de “la Virgen, protectora de su dote”, en la vigilia de la Batalla de Azincourt [en el norte de Francia, lugar de la inesperada victoria de las tropas inglesas sobre las francesas en 1415, durante la Guerra de los Cien Años].

»Es un título de Inglaterra, establecido por una Ley real y proclamado por el arzobispo Arundel, que nunca ha sido rescindido por ningún monarca ni por el Parlamento.

-Por lo tanto, es un título histórico. Sin embargo, ¿tiene alguna relevancia actual para los católicos de Inglaterra?
-Este antiguo título es una clara manifestación de la profunda devoción a la Madre de Dios, que ha sido parte de la expresión de fe de los ingleses durante siglos. Los miles de personas que peregrinan a los santuarios marianos del país, sobre todo a Walsingham, y que cada año van a Lourdes o Fátima, son una clara expresión de lo viva que está esta devoción hoy en día. Impulsar el título de la “Dote de María” ayudará a transmitir a la siguiente generación esta confianza antigua y profunda en la Madre de Dios, ya que ella nos llama también hoy a ese “haced lo que Él os diga”.

Imagen de Nuestra Señora de Walsingham, una de las devociones más antiguas de la Cristiandad y de las más extendidas en la Edad Media.

-¿En qué consiste el Tour de la Dote? ¿Cómo funciona?
-En principio todas las catedrales de Inglaterra participan en el Tour de la Dote: una réplica de la Santa Casa y de la estatua son el centro del triduo de oración e intercesión por las necesidades de cada diócesis. Se invita a todas las parroquias, escuelas y organizaciones católicas a participar de estos tres días, en los que también habrá platicas, se rezará el Rosario y se podrá visitar una exposición que muestra la historia de la dote y explica el mensaje de la Virgen a Inglaterra en Walsingham. El obispo celebrará la misa en viernes o en sábado. Un equipo del santuario nacional, guiado por el rector, atenderá las visitas.

-¿Cuál ha sido la reacción por ahora?
-Todas las catedrales participarán en el Tour de la Dote.

-La jerarquía de la Iglesia, ¿apoya el Tour?
-El tour y la nueva consagración tienen el pleno apoyo de la conferencia episcopal.

-¿Qué espera haber conseguido cuando llegue el 2020?
-Deseamos profundizar y fomentar la devoción en Inglaterra a la Madre de Dios, ayudando a la comunidad católica a comprender las profundas raíces de esta devoción en la vida de la Iglesia y del país. Walsingham es uno de los santuarios más antiguos dedicados a la Madre de Dios: en el periodo anterior a la Reforma, era, con Jerusalén, Roma y Santiago de Compostela, el santuario más visitado de la cristiandad.

»El mensaje de Nuestra Señora de Walsingham es muy sencillo: Ella nos pide que “compartamos la alegría de la Anunciación”, en la que su Hijo se convirtió en nuestro Salvador.

-¿Qué significado tiene la nueva consagración propuesta para 2020?
-En 1381, el rey Ricardo II consagró Inglaterra a la Dote de María en la Solemnidad del Corpus Christi, en la Abadía de Westminster. En la Solemnidad de la Anunciación de 2020, la consagración no será del país, sino de la fe de la gente de este país, ya que queremos seguir las palabras de la Santísima Virgen y hacer la voluntad de Dios en nuestra vida, haciendo “todo lo que Él os diga”. Para ayudar a las personas a prepararse a esta consagración, se ha escrito una especie de consagración basada en el Angelus, llamada la Promesa del Angelus (ver más abajo).

-¿Cuál es el papel del santuario nacional mariano de Walsingham en todo este esfuerzo?
-Volver a consagrar Inglaterra como la Dote de María tiene su origen en los muchos santuarios marianos presentes en Inglaterra. Walsingham, como santuario nacional, tiene la responsabilidad de promover este antiguo título para que las personas de hoy puedan ver “la roca de la que fueron tallados” y, siguiendo esta antigua tradición, construir una tradición nueva y poderosa de confianza en Aquella cuyo “Sí” a Dios sigue siendo de inspiración para nosotros, hoy. Esta nueva consagración es un compromiso sencillo pero firme basado en la historia de la Anunciación, y expresada en la Promesa del Angelus.

-¿En la vida espiritual de la nación, cuál es el significado de este Tour y de la nueva consagración? ¿Por qué ahora?
-Cada generación y cada momento de la historia trae consigo grandes, y a veces peligrosos, desafíos. Nuestro momento es uno de estos. El Santo Padre, el Papa Francisco, dice que “no estamos en una época de cambio, sino en un cambio de época”. El Papa León XIII profetizó que “cuando Inglaterra vuelva a Walsingham, Nuestra Señora volverá a Inglaterra”. A medida que el mundo y la Iglesia se enfrentan a los retos de nuestro tiempo, nos dirigimos a Aquella que superó su temor en la Anunciación, aceptando, por medio de la fe, que nada es imposible para Dios. Su “Sí” a Dios creó el camino para que la luz de Cristo entrara en el mundo. Con fe, como María, debemos llevar esa luz al mundo de hoy.

PROMESA DEL ANGELUS

R: El ángel del Señor anunció a María,

V: y concibió del Espíritu Santo.

Como Dios una vez llamó a María, así hoy me llama para que busque su palabra en mi vida.

Dios te salve, María, llena eres de gracia…

  R: He aquí la esclava del Señor.

V: Hágase en mí según tu palabra.

El “Sí” simple de María abrió su corazón a la gracia de Dios, y todo fue posible. Que mi “Sí” aleje el miedo mientras abrazo la voluntad de Dios y, como María, “medito estas cosas en mi corazón”.

Dios te salve, María, llena eres de gracia…

  R: Y el Verbo se hizo carne (inclinarse o arrodillarse)

V: Y habitó entre nosotros.

El “Sí” de María lleno de fe, concebido primero en su corazón, llevó al nacimiento de nuestro Salvador; con mi “Sí” lleno de fe, hoy me comprometo, acepto al Salvador en mi corazón, para llevar su vida al mundo.

Dios te salve, María, llena eres de gracia…

R: Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios.

V: Para que seamos merecedores de las promesas de Dios.

Oremos:

R: Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios.

V: Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo.

Oremos: Oh, Santísima Madre de Dios, reza por nosotros y ayúdanos mientras nos comprometemos con este día. Tu “Sí” en la Anunciación trajo a nuestro Salvador Jesucristo al mundo, y Tú nos invitas a contemplar el gran misterio de la Encarnación, compartiendo tu alegría al anunciar que “la Palabra se hizo carne y habitó entre nosotros”. Que tu “Sí” abra, hoy, nuestros corazones para que sirvamos a nuestros hermanos y hermanas en esto, tu Dote, para que ellos, también, compartan nuestra alegría en la Buena Nueva de que Dios camina entre nosotros. Rezamos por medio de Cristo nuestro Señor. Amén.

Traducción de Elena Faccia Serrano.