Desde este martes 16 hasta el viernes 19 de noviembre tiene lugar en Quito (con la posibilidad de seguimiento on line) un congreso internacional en torno a la figura de Gabriel García Moreno (1821-1875) con motivo del bicentenario de su nacimiento. El que fuera presidente ecuatoriano fue un católico militante que consagró el país al Sagrado Corazón de Jesús y fue asesinado al salir de la catedral por un complot en el que la masonería tuvo un papel preponderante.

Auspiciado por la Universidad Andina Simón Bolívar, el congreso está organizado por el Colegio de América y el Consejo de Estudios Hispánicos Felipe II y constará de 38 ponencias a cargo de sendos especialistas de todo el mundo, bajo la dirección de dos juristas, el español Miguel Ayuso Torres y el ecuatoriano Álvaro Mejía Salazar, a quien preguntamos por uno de los atractivos del evento: la proyección de una filmación inédita del examen en 1975 de los restos mortales del prócer.

-¿Cuál es el origen del vídeo que se exhibirá en el congreso? 

-El video formaba parte de los archivos del Ing. Mauricio Troya Mena, quien por su estrecha relación con monseñor Juan Larrea Holguín (ambos pertenecientes al Opus Dei), quien presidía la comisión formada por el arzobispo de Quito para la búsqueda de los restos del presidente García Moreno, pudo acompañarlo al acto de confirmación del hallazgo en 1975.

»Desde tal año el video permaneció en dicho archivo, hasta hace unos años que un grupo entusiasta de jóvenes seguidores de monseñor Larrea, al conocer la existencia de este material, obtuvieron de su autor la autorización para digitalizarlo; tarea compleja que tuvo que ser realizada en España por motivos de acceso tecnológico. Sin embargo, más allá de unos cuantos espectadores, el video se ha mantenido en reserva.

»Fue con motivo de la organización del Congreso Internacional por el bicentenario del nacimiento de García Moreno de parte del Consejo de Estudios Hispánico Felipe II y la Universidad Andina Simón Bolívar, sede Ecuador, que el Dr. Juan Carlos Riofrío (uno de quienes consiguieron digitalizar el material audiovisual) valorando la importancia de la difusión de este material audiovisual, así como la seriedad del evento académico en mención, me contactó y me puso a disposición este importante documento histórico.

-¿Dónde se hallaban los restos de García Moreno?

-Luego del triunfo de la revolución liberal, con muchos de los enemigos -e incluso asesinos- de García Moreno en puestos de poder, el riesgo de profanación de los restos de García Moreno era alto. De hecho, la animadversión de ciertos sacerdotes disolutos, a los que García Moreno había puesto en regla, se sumaba al riesgo de profanación.

»De esta forma, la viuda del presidente buscó un resguardo adecuado trasladando los restos de García Moreno de la catedral a un discreto sitio de la iglesia de Santa Catalina. Allí permanecieron en la seguridad de un anonimato necesario, pero por demás injusto. El hijo del presidente, don Gabriel García del Alcázar (1870-1931), visitaba la tumba de su padre, pero por fuera de un empleado suyo y un par de religiosas, nadie más conocía este secreto.

-El examen de 1975, ¿descubrió algo distinto a la autopsia realizada un siglo atrás?

-García Moreno se preocupó de modernizar profundamente la educación en todos sus niveles. En el tema universitario, las cátedras de medicina fueron ampliamente apoyadas. Quien practicó la minuciosa autopsia al cadáver del presidente fue el Dr. Esteban Gayraud, cirujano francés, catedrático de la Universidad de Montpellier. Gayraud dirigía la Facultad de Medicina de la Universidad Central, en condición de decano, y organizó la formación de los estudiantes en cirugía y anatomía. Los médicos ecuatorianos, doctores Miguel Egas y Rafael Rodríguez, también participaron de la autopsia.

Breve historia de los restos de Gabriel García Moreno. El vídeo que se exhibirá por primera vez en el congreso de Quito de esta semana aportará nuevos elementos al respecto.

»Los restos de García Moreno hallados en 1975 atestiguan la pulcra labor de los médicos que practicaron la autopsia, no existiendo hallazgos adicionales a los catorce machetazos y seis balazos como causa de muerte.

-¿Cree que puede hablarse de martirio?

-El Diccionario de la Real Academia Española define al mártir como a la "persona que muere o sufre grandes padecimientos en defensa de sus creencias o convicciones". Bajo esta compresión del término no cabe la menor duda del martirio de Gabriel García Moreno. El presidente ecuatoriano fue asesinado por sus creencias y por cómo ellas habían impregnado la gobernanza del país, en beneficio de la moral y en desmedro de la corrupción, en todas sus manifestaciones. Esa moral cristiana que tanto enervaba a liberales, a masones y a apóstatas, todos estos involucrados en el magnicidio del gran hombre.

-¿Tuvo conciencia García Moreno de que su actuación pública podía costarle la vida?

-Existe extensa documentación que demuestra que el presidente conocía de los planes que se urdían, nacional e internacionalmente, para asesinarlo. Sus opositores sabían que era la única manera de derrotar al presidente, dada su gran aceptación democrática. La postura de García Moreno frente al sinnúmero de advertencias sobre las conjuras en contra de su vida fue singular. Por un lado, quitaba importancia a los posibles atentados, casi siempre los descalificaba y decía: "¿Cómo podré librarme de los asesinos que me acechan? Si no es en una parte, será en otra; pero Dios no muere", o "Pueden matarme los enemigos de Dios y de la Iglesia; pero Dios no muere". 

»Una de las ocasiones en que se le advirtió que debía protegerse contestó: "Mi vida está en manos de Dios, y venga lo que venga no me rodearé de fuerte escolta". El mismo día de su muerte habría dicho: "He recibido muchas advertencias semejantes y después de reflexionarlo maduramente, he visto que la única medida que tengo que tomar es la de estar pronto a comparecer ante el tribunal de Dios".

En cada Semana Santa, el presidente Gabriel García Moreno participaba en una procesión llevando la Cruz como penitencia y testimonio de sumisión del poder político a la voluntad de Dios.

»Por otro lado, se servía de las amenazas que recibía para unificar a sus seguidores en un frente interno, ello explica el tratamiento del tema en su correspondencia. Su propia vida le importaba menos que el triunfo de su proyecto político en favor del país. Entonces, todos sus esfuerzos de seguridad y control no los hacía para combatir a sus posibles asesinos sino para impedir un golpe de Estado que derrocara al régimen progresista y moralizador.

-¿Ha habido en Ecuador una corriente de pensamiento y acción política inspirada en su figura?

-Lamentablemente el Ecuador se ha sumido en un debate de izquierdas y derechas, donde la izquierda se representa por pensamientos comunistoides y socialistoides estatistas; y la derecha, por pensamientos liberaloides economicistas. No existe, a la actualidad, un grupo político de corte conservadora que emule el ideario garciano. De hecho, el conservadurismo, luego de García Moreno, no volvió al poder, salvo matizado con la socialdemocracia, misma que tuvo un desempeño adecuado a inicios de la segunda mitad del siglo XX, pero que a la fecha, no pasa de ser una agrupación con ideas económicas liberales, capaz de los más protervos pactos en sus afanes políticos.

»Es lamentable cómo el país no ha podido honrar políticamente un legado tan inmenso como el de García Moreno.

-¿Qué impacto debe tener este congreso para una consideración futura de García Moreno como personaje de referencia en la política iberoamericana?

-El principal impacto que eventos académicos como el hoy organizado por del Consejo de Estudios Hispánico Felipe II y la Universidad Andina Simón Bolívar, sede Ecuador, cumplen un objetivo fundamental: la imprescindible reivindicación de la imagen de Gabriel García Moreno, tan desdibujada y mancillada por protervos actores interesados como los asesinos del presidente, sus adversarios políticos y los herederos de aquellos, que hasta el día de hoy continúan repitiendo las mil mentiras contra el presidente, como medio de crear un chivo expiatorio de todos sus excesos o un medio distractor de todas sus bajezas.

»Al final, el vindicar la figura de un líder cristiano, modelo de gobernantes, que supo dar lo mejor de sí para un país, llevándolo a un nivel de desarrollo espiritual y material que pocas naciones han presenciado, lo entendemos como un apostolado en favor de los pueblos de Ecuador y el orbe hispano, quienes merecen hombres como García Moreno al frente de sus destinos.