Michael O’Brien, novelista y artista católico, acaba de publicar su último trabajo, El Padre Elías en Jerusalén (LibrosLibres), la continuación de El Padre Elías - un apocalipsis, novela que fue éxito de ventas y que relata la historia de un monje católico que intenta llevar la invitación de Dios a la conversión de un poderoso líder político que puede ser el Anticristo.

Esta nueva obra sigue explorando la batalla entre el bien y el mal en la historia y en el alma de hombres y mujeres.

Es una celebración del deseo de Dios de que el hombre elija amarle por libre voluntad y es también una advertencia para quienes están tentados por las visiones mesiánicas que difunden las ideologías políticas de cada época.

Los otros trabajos de ficción de O’Brien que han sido publicados por Ignatius Press incluyen Sophia House y The Father’s Tale: A Novel and Theophilos. También ha publicado una crítica de las historias infantiles contemporáneas que incorporan símbolos y temas paganos, A Landscape With Dragons.



Padre de seis hijos, O’Brien vive con su esposa, Sheila, en Combermere, Canadá. El 15 de octubre pasado, en un conversación con el editor senior del Catholic Register, Joan Frawley Desmond, el autor discutió las razones por las que ha escrito Elías en Jerusalén y los conocimientos espirituales y literarios que ha adquirido en las dos décadas que separan ambos libros.


-No. Y a pesar de que durante muchos años los lectores me sugirieron la idea de una secuela, yo la rechacé. Sin embargo, en los últimos años, imágenes y escenas de la continuación de la historia seguían apareciendo en mi mente, pidiendo que las pusiera por escrito, por lo que recé y esperé. Entonces llegó el momento en que estaba claro que debía escribir el libro. Ese momento era ahora.


-La respuesta ocuparía un libro entero. Brevemente, puedo decir que Satanás, al haber observado la naturaleza humana durante cientos de años, es bastante más inteligente de lo que somos nosotros. Pero no es creativo y usa una tácticas armadas muy limitadas contra nosotros, a veces sutiles, casi siempre disfrazándose cuando nos empuja al pecado, al error y a los pensamientos y emociones desordenadas. Es crucial para comprender el combate espiritual que seamos conscientes de que no podemos luchar contra él de manera eficaz sólo con nuestras fuerzas.

-Sí, este es el mensaje central de mis libros. En su Santa voluntad es dónde encontramos la libertad auténtica y duradera. Mucho depende de nuestro "Sí" a su Gracia. Dios nunca deja de lado nuestra naturaleza. Porque Él es Amor, nunca fuerza nuestra voluntad; nos invita a caminar con Él en la senda que lleva a la libertad eterna.

-Sí, lo estoy. Es cierto que la narración dramática está situada en el contexto de la batalla final, pero soy consciente de que el Apocalipsis anunciado por los profetas del Antiguo y del Nuevo Testamento y por Cristo no debe ser visto como puramente un mega drama simbólico que representa algo que tal vez sucederá en un futuro aún lejano. Cuando los acontecimientos predichos ocurren, son vividos personalmente por todo tipo de gente, en un diversidad de maneras subjetivas. Si nuestro tiempo demuestra ser el profetizado, también nosotros los viviremos de un modo particular, personal. El libro pregunta, "¿Estoy despierto? ¿Estoy espiritualmente preparado?”.


-Satanás intenta cautivar, como la serpiente, paralizando a su víctima con el miedo antes de devorarla. La gran cantidad de frentes del mal forman parte de la amplia y compleja guerra entre el bien y el mal, una guerra que durará hasta el final de los tiempos. Cuando las fuerzas del mal, visibles e invisibles, aparecen para difundirse y ser más fuertes, nosotros los seguidores de Jesús debemos mantener dentro de nosotros la verdad última de su venida victoriosa. Se necesita un sensato equilibrio para reflexionar sobre las cuestiones del "final de los tiempos". Debemos permanecer alerta mientras rezamos, y nunca debemos centrarnos de manera obsesiva en la oscuridad, pues los ojos de la serpiente pueden llevarnos al desánimo e incluso a la desesperación.


-Es difícil para mí saberlo, pues soy un novelista intuitivo, creativo, no uno novelista de ficción formado académicamente. Pero creo que he llegado a apreciar el concepto literario de que "menos es más". Una novela corta, por ejemplo, puede tener un impacto más profundo que una obra de mil páginas. Digo "puede" porque no necesariamente es verdad que una lectura rápida sea una lectura mejor. No dejaré de escribir libros largos, pero ahora soy consciente de que cantidad no significa necesariamente calidad.


-No intencionadamente. Pero creo que él representa en su carácter y en su vida espiritual el viaje de todos los creyentes, el camino desde la esclavitud de Egipto a la libertad de la Tierra Prometida. Hay que cruzar un desierto; el hambre será eliminado con el maná; habrá consolación y a veces pruebas durísimas. El sufrimiento forjará nuestro carácter y lo profundizará, si nosotros aceptamos seguir este viaje y no volver a la esclavitud.

-Deseo que la historia dramatice la verdad de que debemos siempre desear perderlo todo por el bien del Evangelio. Debemos estar preparados para ser "signo de contradicción" y hacerlo en el espíritu de la caritas y veritas, con amor y verdad. Si no deseamos ser esto para la gente de nuestro tiempo, inevitablemente nos deslizaremos hacia las distintas formas de compromiso que, al final, no ayudan a nadie. El amor exige valor, el valor no sólo de decir la verdad, sino de vivirla completamente. Cualquier debilitamiento de la verdad, aunque sea por las llamadas "razones pastorales", es una traición al amor.


El Padre Elías -  Un Apocalipsis, por fin
tiene continuación 20 años después



-Sí, desde luego. La Tierra Media imaginada por Tolkien introduce al lector en una atmósfera de la Realidad última, de los contornos verdaderos de la gran guerra en la que estamos inmersos. Y él lo hace con extraordinario poder y belleza.

-Cuando era joven, durante muchos años fui agnóstico y a veces ateo. Sé lo que es mirar la existencia a través de esa forma de ceguera. Siento un inmenso amor por las personas atrapadas en pecados y errores graves y, como escribo en mis novelas, deseo contarles su propia historia -la verdadera historia- de su dignidad y valor eterno, del amor de Dios hacia ellos. He experimentado en mi propia vida, y en la vida de otros, que Dios actúa siempre, incluso cuando no podemos ver su mano. Él siempre busca sacar la esperanza y lo mejor incluso de las vidas más dañadas. No debemos desesperarnos nunca, ni por los otros ni por nosotros mismos. Pero debemos rezar incesantemente, como Jesús nos exhorta a hacer.

-Tierra Santa es, evidentemente, el lugar de los acontecimientos apocalípticos predichos por la Sagrada Escritura y esto no puede evitarse. Además, como uno de mis personajes observa, el nacimiento y la supervivencia del Israel moderno es un drama que capta la imaginación del mundo, porque es la tierra de donde proceden las piedras fundacionales de la civilización Occidental. San Pablo profetiza que llegará un tiempo en el que toda la estirpe de Israel se convertirá a Cristo, el verdadero Mesías. Algunos Padres de la Iglesia de la primera época enseñaban que hacia el final de los tiempos, los judíos estarían durante un tiempo engañados por el Anticristo, el falso mesías, pero que luego serían sacudidos y despertados para resistirse a él.




-Sí, en una parte importante. El Catecismo de la Iglesia Católica, en las Secciones 675-677, enseña que el mesianismo secular es "intrinsecamente perverso" y es un factor negativo primordial en la persecución de la Iglesia. Esto, combinado con el "pseudo-mesianismo" del Anticristo, trae la suprema decepción que ofrece sólo aparentes soluciones a los problemas de la humanidad, al precio de apostatar la verdad. La mayor parte de la cultura contemporánea está dominada por este espíritu, diseñado para deleitar, intoxicar y hacernos adictos a la apostasia. Por esta razón, la creación de una auténtica cultura cristiana es ahora más urgente que nunca. Estamos llamados por Dios a ser signo de contradicción contra el "humanismo" anti-humano del falso mesías, y a ser signos de la verdadera esperanza para el hombre.

(Entrevista publicada en
National Catholic Register, traducida del inglés por Helena Faccia Serrano, diócesis de Alcalá de Henares)




Título: El Padre Elías en Jerusalén
Autor: Michael D. O´Brien
Editorial: LibrosLibres
Año: 2015
Páginas: 254
Precio: 20,00 €
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