Su conversión al catolicismo fue sonada

. Claudia Koll, actriz romana nacida en 1965, había sido en su juventud una de las musas del erotómano Tinto Brass, con su papel en Così fan tutte (1992). Al igual que Debora Caprioglio, estrella en otra película del director italiano, Los burdeles de Paprika (1991), Koll sintió la llamada de Dios y desde 2006, en que hizo pública su conversión, ha sido una incansable misionera y evangelizadora, creando su propia academia de formación de jóvenes actores, la Star Rose Academy.

Ahora Claudia acaba de producir un musical en homenaje a la figura de San Maximiliano Kolbe (18941941), el franciscano polaco recluido en Auschwitz que se ofreció para morir en lugar de un padre de familia. La pieza se estrenó este viernes en el Teatro Ventidio Basso de Ascoli Piceno, en las Marcas italianas.


"Juan Pablo II le definió como un patrono especial para nuestros tiempos difíciles", explicó la Koll para dar cuenta de su iniciativa, "y realmente pienso que es una figura de gran actualidad, que tiene mucho que enseñar a los jóvenes de hoy. Este musical va dedicado justo a ellos".

La obra, titulada Kolbe. Hacer de la vida un don, incide precisamente en que "la vida debe vivirse con responsabilidad", como una entrega a los demás, y la ex actriz no encontró ejemplo mejor que de aquel que, siguiendo el consejo evangélico, da la vida por sus amigos (Jn 15, 13).

El musical presenta la vida de Kolbe a través de una docena de cuadros, con particular énfasis en uno de ellos: aquel en el que el joven Maximiliano se consagra a la Inmaculada.

El hilo conductor del espectáculo es el musical de Daniele Ricci editado por las Paulinas, pero ha añadido a las canciones unas coreografías propias (preparadas por Alexandre Stepkine, Theodor Rawyler y Sor Anna Nobili), unos pasajes documentales y algunos textos originales, creando una obra original y especial con la finalidad "de resaltar la lucha entre el bien y el mal como fondo de todo acontecimiento", informa L´Avvenire.


"Mientras preparaba el musical", dijo Claudia, "leí una carta escrita por el comandante de Auschwitz a su mujer. Un documento en el que confiesa: ´Es trágico haberse equivocado tanto en la vida´. Lo hemos incluido en la representación, para que los espectadores comprendan mejor que seguir al propio yo puede conducir al desastre, mientras que se pueden hacer cosas maravillosas cuando uno se deja empapar de Dios. El Padre Kolbe lo comprende así, y en el momento de la batalla final se inclina del lado de Dios. Aunque le cueste la vida".

El musical, de hora y media de duración, está interpretado por los alumnos de la Star Rose Academy, y a San Maximiliano Kolbe lo interpreta Francesco Marcolini, también protagonista en Vacaciones en Roma, el otro espectáculo producido por Koll basándose en la célebre película dirigida por William Wyler en 1953 e interpretada por Gregory Peck y Audrey Hepburn.

Claudia tiene claro a quién quiere llegar con sus obras: "Juan Pablo II nos enseñó a creer en la potencialidad de los jóvenes. Por tanto los adultos debemos hacer lo que sea para dejarles expresarse. Por eso este musical está interpretado por jóvenes y dirigido a jóvenes, para transmitir los valores del Evangelio. Me parece un mensaje importante en esta Año de la Fe".


Un documental sobre el padre Kolbe