Estamos en el mes de Septiembre, este mes es dedicado tradicionalmente por la Iglesia católica a la Biblia. Uno de los temas más importantes sobre la Biblia es la formación del canon bíblico. Las diferentes denominaciones cristianas usan distintas biblias con diferentes libros, así los protestantes en todas sus Biblias tienen 66 libros, mientras que los católicos tenemos 73 libros. La versión clásica de los protestantes la Reina Valera, tiene también los 66 libros. Ellos suelen argumentar que los católicos hemos añadido esos libros a las Escrituras, y no los reconocen.

Los siete libros que no reconocen los protestantes se llaman “deuterocanónicos”, debido a que  durante siglos hubo algunas discusiones dentro de la Iglesia Católica sobre la autenticidad de esos siete libros, que a partir de cierto momento fueron llamados “deuterocanónicos”, para distinguirlos de los demás libros de la Biblia, llamados “protocanónicos”.

Pero podemos decir que como norma general la Iglesia cristiana, ya desde los tiempos apostólicos, recibió, entre los Libros Sagrados, los deuterocanónicos, sin hacer distinción alguna entre libros protocanónicos y deuterocanónicos. De este modo, el canon de los judíos alejandrino ( había otro el palestiniense o canon hebreo que no tenia estos siete libros) se convirtió en el canon de la Iglesia católica.

En su obra “Breve historia del canon bíblico”  Gonzalo Baez Camargo dice:

 “en 1569 la primera Biblia completa en castellano, versión de Casiodoro de Reina, publicada en Basilea. Contenía los deuterocanónicos… En 1602 se publicó en Amsterdam la segunda edición de la Biblia de Casiodoro de Reina, en revisión de Cipriano de Valera, el cual conservó los libros deuterodanónicos” Las sociedades de Edimburgo y Glasgow protestaron enérgicamente y la controversia alcanzó su mayor intensidad en 1820. La controversia arreció más todavía, e hizo crisis, cuando la sociedad de Edimburgo notificó a la de Londres que de seguir ésta ayudando a la publicación y distribución de biblias con aquellos libros, le suspendería su aportación económica, la cual ascendía ya entonces a más de 5 000 libras esterlinas anuales. Como esto sería un golpe muy duro a las finanzas de la SBBE, ésta tomó en 1825, reiterándola en 1826, y completándola en 1827, una decisión que sería la final: “Que se reconozca plena y claramente que la ley fundamental de la Sociedad, que limita sus operaciones a la circulación de las Sagradas Escrituras, excluye la circulación de los deuterocanónicos (Apocrypha)”. Esto significaba de inmediato que la Sociedad no destinaría más fondos en lo sucesivo a costear o subvencionar ediciones de la Biblia que contuvieran los libros deuterocanónicos.

Al final se eliminaron de la Biblia protestante, por presiones económicas tal y como nos relata este Biblista protestante de las Sociedades Bíblicas Unidas.

¿Existen evidencias Bíblicas en el NT del uso de estos libros?

Uno de los argumentos que usan los hermanos protestantes es afirmar que nunca se citaron estos libros en el NT, ni por Jesús ni por los apóstoles De estos libros ni Jesús ni los apóstoles hicieron referencia alguna:. Cantar de los Cantares, Eclesiastés, Ester, Abdias, Sofonias, Jueces, 1 Crónicas ,Esdras, Nehemias, Lamentaciones, y Nahum.

¿Acaso esto hace que estos libros sean menos canónicos simplemente porque no hubo referencias a ellos? Para nada, es más estos libros los encontramos en las versiones bíblicas protestantes.

De los deuterocanónicos si tenemos referencias, cuando hablo de referencias no me refiero a referencia literal, sino simplemente alusiones directas y por el contexto es innegable que se refiere a estos libros:

Mat. 2:16 – El decreto de Herodes de matar a niños inocentes fue profetizado en Sab. 11:7 – matar a los santos inocentes.

Mat. 9:36 – el pueblo era “como ovejas sin pastor” es lo mismo que Judit 11:19 – ovejas sin pastor.

Mat. 7:16,20 – La declaración de Jesús “por sus frutos los conoceréis” sigue a Eclesiástico 27:6 – el fruto revela el cultivo.

Juan 10:22 – la identificación de la fiesta de la dedicación está tomada de 1 Mac. 4:59.

Heb 11:35 – Pablo enseña sobre el martirio de la madre y sus hijos descrito en 2 Mac. 7:1-42.

Lucas 2:29 – La declaración de Simeón de que está listo para morir después de ver al Niño Jesús sigue a Tobías 11:9.

1 Cor. 10:20 – lo que los paganos sacrifican lo ofrecen a los demonios y no a Dios se refiere a Baruc 4:7.

Éxodo 23:7 – no matarás al inocente y al justo – Dan. 13:53 – no matarás a una persona inocente y justa.

¿Citaron los Padres de la Iglesia los deuterocanónicos?

La respuesta es si, aquí presentamos unos breves textos patrísticos donde se citan como Escritura los deuterocanónicos. Si bien es cierto hubo un periodo de tiempo en que entre los padres de la Iglesia había dudas sobre estos libros, esto debe entenderse como algo normal ya que aun la Iglesia no había declarado de forma infalible el canon bíblico, y muchas dudas venían por las disputas con los judíos y la divulgación de muchos textos apócrifos.

Cuando puedas hacer el bien, no lo pospongas, porque 'la limosna libra de la muerte' [Tobías 4:10,12:9]. ¿Están todos sujetos unos a otros? [1 P 5:5] teniendo vuestra conducta irreprochable entre los gentiles,' [1 P 2:12] para que ambos recibáis alabanza por vuestras buenas obras, y el Señor no sea blasfemado por medio de vosotros. Pero ¡ay de aquel que blasfema el nombre del Señor! [Isaías 52:5] Enseñad, pues, a todos la sobriedad, y manifestadla también en vuestra propia conducta.” Policarpo, A los Filipenses, 10 (135 d.C.).

“'Sé justo en tu juicio' [Deut 1:16,17 Prov 31:9] no hagas distinción entre hombre y hombre al corregir las transgresiones. No flaqueéis en vuestra decisión. 'No seas alguien que abre las manos para recibir, pero las cierra cuando se trata de dar' [Eclesiástico 4:31]”. Didaché, 4:3-5 (90 d.C.)

Pero ellos dijeron: 'No saldremos, ni cumpliremos el mandamiento del rey; moriremos en nuestra inocencia: y él mató a mil almas'[1 Mac 2:33]. Se cumplen, pues, las cosas que fueron dichas al bienaventurado Daniel: 'Y mis siervos serán afligidos, y caerán a causa del hambre, y de la espada, y del cautiverio' [Dan. 11:33]. Daniel, sin embargo, añade: "Y serán ayudados con un poco de ayuda". Porque en aquel momento se levantaron Matías y Judas Macabeo, y los ayudaron y los libraron de la mano de los griegos”. Hipólito, Comentario sobre Daniel, 2:32 (204 d.C.)

“Pero para que podamos creer con la autoridad de la Sagrada Escritura que tal es el caso, escuchemos cómo en el libro de los Macabeos, donde la madre de siete mártires exhorta a su hijo a soportar la tortura, se confirma esta verdad; porque ella dice: 'Pídete, hijo mío, que mires el cielo y la tierra, y todas las cosas que hay en ellos, y mirándolas, sepas que Dios hizo todas estas cosas cuando no existían'[2 Macabeos 7:28].” Orígenes, Principios Fundamentales, 2:2 (230 d.C.).

Porque como está escrito: 'Dios no hizo la muerte, ni se complace en la destrucción de los vivos' [Sabiduría 1:13]”Cipriano, Epístola 51/55:22 (252 d.C.).

Y así nos instruye la Sagrada Escritura, diciendo: 'La oración es buena con el ayuno y la limosna' [Tobías 12:8]”. Cipriano, Tratado 4,32 (252 d.C.).

También en Jeremías muestra la prudencia cuando dice: 'Bienaventurados nosotros, Israel; porque lo que agrada a Dios lo conocemos nosotros'[Baruc 4:4]–y lo conocemos por la Palabra, por quien somos benditos y sabios. Porque la sabiduría y el conocimiento son mencionados por el mismo profeta cuando dice: "Oye, Israel, los mandamientos de la vida, y presta oído para conocer el entendimiento". [Baruc 3:9] También por Moisés, por el amor que tiene al hombre, promete un don a quienes se apresuran a la salvación. Porque Él dice: 'Y os llevaré a la buena tierra, que el Señor juró a vuestros padres' [Deuteronomio 31:20]”Clemente de Alejandría, El Instructor, I:8 (202 d.C.).

¿Qué ha enseñado el Magisterio de la Iglesia?

Es muy común en círculos protestantes escuchar decir esto, creen que nuestras Biblias tienen mas libros porque en Trento se agregaron, sin darse cuenta que la culpa es de ellos que eliminaron esos libros. Los católicos reconocen como inspirados esos libros desde mucho antes de Trento, ya en el Concilio de Roma del 382 se da el listado (Canon decretado por el Papa San Damaso). También en otros tres concilios posteriores al 382 dan el listado de libros inspirados:

CONCILIO DE HIPONA

El Concilio de Hipona en 393 reafirmó el canon establecido por el Papa Dámaso I…

Canon 36, 393 d.de C. Concilio de Hipona.

"Se ha decidido que fuera de las Escrituras canónicas, nada se lea en la Iglesia bajo el nombre de Escrituras divinas. Ahora bien, las Escrituras canónicas son: Génesis, Exodo, Levítico, Números, Deuteronomio, Jesús Navé, Jueces, Rut, cuatro libros de los Reyes, dos libros de los Paralipómenos, Job, Psalterio de David, cinco libros de Salomón,(Proverbios, Eclesiastés, Cantar de los Cantares, Sabiduría, Sirac), doce libros de los profetas, Isaías, Jeremías, Daniel, Ezequiel, Tobías, Judit, Ester, dos libros de Esdras, dos libros de los Macabeos..

III CONCILIO DE CARTAGO, 397

Del canon de la S. Escritura

Can. 36 (ó 47). "[Se acordó] que, fuera de las Escrituras canónicas, nada se lea en la Iglesia bajo el nombre de Escrituras divinas, Ahora bien, las Escrituras canónicas son: Génesis, Exodo, Levítico, Números, Deuteronomio, Jesús Navé, Jueces, Rut, cuatro libros de los Reyes, dos libros de los Paralipómenos, Job, Psalterio de David, cinco libros de Salomón,(Proverbios, Eclesiastés, Cantar de los Cantares, Sabiduría, Sirac), doce libros de los profetas, Isaías, Jeremías, Daniel, Ezequiel, Tobías, Judit, Ester, dos libros de Esdras, dos libros de los Macabeos".

Sea lícito también leer las pasiones de los mártires, cuando se celebran sus aniversarios.

Hay que notar que el libro de Baruc fue considerado por algunos de los padres de la Iglesia como parte del libro de Jeremías y como tal no fue enlistado por ellos aparte.

IV CONCILIO DE CARTAGO

El Cuarto Concilio de Cártago en 419, nuevamente reafirmó los Cánones como fueron definidos en concilios anteriores.

Canon XXIV. (Griego xxvii)

"Que fuera de las Escrituras canónicas, nada se lea en la Iglesia bajo el nombre de Escrituras divinas.

Las Escrituras Canónicas son las siguientes: cinco libros de Moisés, a saber: Génesis, Exodo, Levítico, Números, Deuteronomio; Jesús Navé, uno de los Jueces, cuatro libros de los Reinos, juntamente con Rut, dieciséis libros de los Profetas, cinco libros de Salomón, el Salterio. Igualmente, de las historias: un libro de Job, un libro de Tobías, uno de Ester, uno de Judit, dos de los Macabeos, dos de Esdras, dos libros de los Paralipómenos. Igualmente, del Nuevo Testamento: cuatro libros de los Evangelios, catorce cartas de Pablo Apóstol, tres cartas de Juan [v. 48 y 92], dos cartas de Pedro, una carta de Judas, una de Santiago, los Hechos de los Apóstoles y el Apocalipsis de Juan.

Pero no solo esto, a lo largo de los siglos posteriores, cuando se celebraban concilios ecuménicos muchas veces la Iglesia recurrió a los deuterocanónicos en sus canones para definir algo de forma solemne, en dichos concilios los llama "Escritura divinamente inspirada" , "como esta Escrito" etc:

Concilio de Éfeso (Ecuménico - 431 d.C.)

El Concilio de Éfeso fue el tercer Concilio Ecuménico de la Iglesia, celebrándose en la ciudad de Éfeso, en Asia Menor, en el año 431 d.C. En este Concilio estuvieron presentes 250 obispos de toda la Iglesia y herejía Fue condenado nestoriano. En la carta del Concilio, enviada al sínodo de Panfilia, los obispos escribieron:

Porque la Escritura divinamente inspirada dice: 'Nada hagáis sin reflexionar' (Eclesiástico 32, 24) es deber especialmente de él tener reservado el ministerio sacerdotal, examinar con toda diligencia...” (La Carta del Santo Sínodo de Éfeso, al Sagrado Sínodo de Panfilia cuando Eustacio era su Metropolitano).

Concilio de Nicea II (Ecuménico - 787 d.C.)

Nicea II fue el séptimo Concilio Ecuménico de la Iglesia. Se celebró en el año 787 d.C. y asistieron 350 obispos, de toda la Iglesia, que lucharon contra la herejía iconoclasta.

Entre los cánones de este Concilio, tenemos la siguiente declaración:

“Aquellos que abrazan esta herejía no sólo lanzan insultos al arte representacional, sino que también rechazan toda forma de reverencia y hacen parodias de aquellos que viven vidas piadosas y santas, cumpliendo así con su propio respeto lo que dicen las Escrituras: 'Al pecador, piedad'. es una abominación." (Eclesiástico 1, 25)” (Canon XVI).

Concilio de Constantinopla IV (Ecuménico – 869 d.C.) :

"Como proclama claramente la divina Escritura: 'No encontrar faltas antes de investigar, comprender primero y luego encontrar faltas' (Eclesiástico 11, 7) ¿y nuestra ley juzga a una persona sin antes darle oído y comprensión de lo que ha hecho? Por lo tanto, este santo Sínodo Universal declara y establece con razón y propiedad que ningún laico, monje o clérigo debe separarse de la comunión con su propio patriarca antes de una cuidadosa investigación y juicio en el sínodo, incluso si afirma tener conocimiento de algún delito perpetrado por su patriarca, y no debe negarse a incluir el nombre de su patriarca durante los misterios u oficios divinos”. (Canon X).

Concilio de Letrán IV (Ecuménico - 1215 d.C.)

"Los judíos convertidos no pueden mantener sus antiguos ritos. Ciertas personas que vinieron voluntariamente a las aguas sagradas del bautismo, como sabemos, no se despojaron totalmente de la vieja persona para revestirse de la nueva y más perfecta. Pues, en consonancia que recuerda a su antiguo rito, perturban el decoro de la religión cristiana con esta mezcla. Como está escrito: 'Maldito el que entre en la tierra por dos caminos' (Eclesiástico 2, 12) y no se debe llevar ropa tejida de lino y lana, por lo tanto decretamos que a tales personas se les debe prohibir totalmente a los prelados de las Iglesias de observar su antiguo rito...” (Artículo 70).

De nuevo, otro Concilio Ecuménico, anterior a Trento, identifica el pasaje del libro del Eclesiástico como Escritura, utilizando el término “está escrito”.

Todo esto nos demuestra que la aceptación del canon bíblico en la Iglesia ya estaba bien definida y aceptada, mucho antes de Trento, y los concilios ecuménicos hacían uso de estos libros para enseñar, corregir, establecer doctrinas, normas morales etc. Esto demuestra como ya existía un canon establecido desde el concilio de Roma del 382 por el Papa San Damaso y que este canon se respeto.

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 Jesus Urones-Evangelizador católico.