Hoy en día que existen muchos matrimonios que son infértiles y viendo que los métodos de reproducción que ofrece la medicina son contrarios a la moral de la Iglesia, se preguntan que tipo de paternidad podrian ejercen ante esta falta natural o biológica de los hijos. Algunos de ellos optan o más que todo sienten el llamado a la adopción o acogida de niños. Sin embargo, no es la única vía que nos pone Dios pues también hoy existen matrimonios  que ejercen con mucha entrega la llamada paternidad espiritual.

¿Qué es la paternidad/maternidad espiritual?

Aunque en su mayoría de veces este llamado se le da a los sacerdotes, religiosos o personas de vida consagrada por la naturaleza misma de su vocación o estado de vida que han elegido, no quiere decir que sea exclusiva de ellos. También los laicos podemos ejercer este tipo de paternidad y con más razón aquellos matrimonios que por voluntad de Dios se les ha negado ejercer una paternidad biológica. 

Este concepto, lo podemos deducir de aquí:

2379 El Evangelio enseña que la esterilidad física no es un mal absoluto. Los esposos que, tras haber agotado los recursos legítimos de la medicina, sufren por la esterilidad, deben asociarse a la Cruz del Señor, fuente de toda fecundidad espiritual. Pueden manifestar su generosidad adoptando niños abandonados o realizando servicios abnegados en beneficio del prójimo.

Este numeral del catecismo que nos enseña como la "esterilidad física" no es un mal , también nos da una serie de consejos muy interesantes para aquellas personas se encuentran en esta situación de esterilidad física: "La Cruz del Señor es fuente de fecundidad espiritual" y como tal debemos asociarnos a su cruz, es una bonita forma de decir, que esto es una cruz con la que debemos cargar con alegria, como muchas otras cruces que podemos tener a lo largo de la vida. El Señor muchas veces manda las cruces para santificarnos y para que con nuestro sufrimiendo unido al de él se pueda redimir el mundo. También enseña los medios que hoy en día un matrimonio católico puede usar para enfrentar esta cruz: " la adopción" y "servicios abnegados en beneficio del prójimo". Pues bien es en este último punto donde entraría más especifico el concepto de "maternidad o paternidad espiritual". Podemos definir este concepto como aquel amor que se da a aquellos que no son hijos naturales, pero les consideramos hijos espirituales, porque somos para ellos maestros, guias e incluso cuidadores.

De esta manera, un servicio de beneficio al prójimo donde se manifieste la maternidad espiritual es en la enseñanza, en la catequesis de niños, en el cuidado de niños discapacitados, cuidado de niños pobres o con ciertas necesidades especiales, etc, en todos esos servicios podemos encontrar la manifestación de la maternidad o paternidad espiritual. En el servicio a la Iglesia, apostolados, evangelización o incluso en la oración permanente por los sacerdotes, seminaristas o demás religiosos también es una forma de ejercer este hermoso llamado.

La maternidad no solo es la maternidad biológica, también es la espiritual. Hay centenares de personas en todas partes que buscan urgentemente a una madre o un padre. Algunas personas se pueden acercar a contarte  sus problemas; si las escuchas, las amas y orientas te has convertido en su madre o padre espiritual.

En la Sagrada Escritura podemos encontrar textos que se refieren a esta paternidad:

17 Pues aunque no florezca la higuera ni den las viñas uva en adelante; aunque falte el producto del olivo y se niegue la tierra a darnos pan; aunque no tenga ovejas el corral y se queden sin bueyes los establos;

18 yo seguiré alegrándome en Yavé, lleno de gozo en Dios, mi Salvador. Habacuc 3,17-18

Las ancianas asimismo sean reverentes en su porte; no calumniadoras, no esclavas del vino, maestras del bien; que enseñen a las mujeres jóvenes a amar a sus maridos y a sus hijos, a ser prudentes, castas, cuidadosas de su casa, buenas, sujetas a sus maridos, para que la palabra de Dios no sea blasfemada. Tito 2,4-6

En este texto San Pablo da consejo para instruir a las mujeres jóvenes, estas deben ser guiadas, orientadas por mujeres más mayores, a las que él llama " ancianas".  Cuando escribió a Timoteo, comparó las "ancianas" con "madres (1Tim 5,2) lo cual nos lleva a concluir no necesariamente se debe entender el término "anciano" como una persona de la tercera edad, sino como "una mujer adulta" y a estas las da el consejo de ser guias y enseñar las virtudes cristianas.Tratar a las chicas jóvenes con amor, como si fueran tus hijas y por tanto cuidarlas, guiarlas y enseñarlas todas las virtudes cristianas, tarea que hoy en día deben hacer los padres cristianos pero que también estan llamadas a hacer otras personas, ejerciendo bellamente este gran don de Dios.

También San Josemaría Escrivá hace una mención sobre esto:

Ciertamente hay matrimonios a los que el Señor no concede hijos: es señal entonces de que les pide que se sigan queriendo con igual cariño, y que dediquen sus energías —si pueden— a servicios y tareas en beneficio de otras almas.(Es Cristo que pasa 27).
 

Por ello los matrimonios cristianos que son infértiles pueden contemplar la idea de que mediante el servicio a la Iglesia y al prójimo puedan ejercer esta fecundidad espiritual, y dar ese fruto tan necesario hoy en día para todos los cristianos.

Jesús Urones y Yasmin Oré