He empezado a leer "La ideología de género" de Jesús Trillo-Figueroa, publicado por Libros Libres. No se crean, que no llevo tantas páginas, pero ya he llegado a importantes conclusiones. Me declaro feminista, cosa muy distinta de defender la llamada "ideología de género", que es profundamente perversa. Bien lo sabemos en España, primer lugar del mundo cuyos postulados forman parte de la columna vertebral de un des-gobierno.

Y alguno dirá: ¿Cómo un varón puede ser feminista?

Ser feminista es defender a la mujer y amarla y respetarla en su esencia, en su capacidad, en sus múltiples virtudes, en su complementariedad recíproca con nosotros.

Ser feminista es no renunciar a lo que la mujer es por naturaleza, ni hacerla renunciar a ello.

Ser feminista es no pretender que la mujer sea lo que no es por su dignidad.

Ser feminista es apoyar que la mujer actúe con naturalidad, esto es, de forma acorde a lo que la naturaleza femenina es.

Ser feminista es estar a favor de la maternidad, sin atajos, subterfugios e impedimentos, de forma entregada y cabal.

Y así se podría seguir con muchas otras expresiones parecidas. Pero, por ser más claro:

Soy feminista porque me gusta la mujer como es y no quiero que nos la cambien. Así de sencillo. Por su bien... ¡y por el nuestro!