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EVANGELIO

Elías ya ha venido y no lo reconocieron.
Lectura del santo Evangelio según san Mateo 17, 10-13

Cuando bajaban del monte, los discípulos preguntaron a Jesús:

«¿Por qué dicen los escribas que primero tiene que venir Elías?».

Él les contestó:

«Elías vendrá y lo renovará todo. Pero os digo que Elías ya ha venido, y no lo reconocieron, sino que han hecho con él lo que han querido. Así también el Hijo del hombre va a padecer a manos de ellos».

Entonces entendieron los discípulos que se refería a Juan el Bautista.

Palabra del Señor.

 

Fracasos aparentes.

Hay una experiencia que encuentra una similitud entre San Juan Bautista y Jesús, y es que, con ambos hicieron lo que quisieron. Y nos queda claro que, por ese camino, lo renovaron todo. Cada uno a su nivel: San Juan como precursor y Jesús como Redentor, pero no es casualidad que con ambos hicieron lo que quisieron.

Quizás decida yo unirme al grupo de los que colaboran en la renovación de todo, pero quizás no me había planteado éste como el verdadero camino.

El reto para este Adviento es este: A partir de hoy, y hasta la venida del Niño, hagamos como San Juan y dejemos que hagan de nosotros lo que quieran.

 

Aterrizado a la vida Matrimonial:

Cristóbal: ¿Qué te sugieren estas palabras? Calzonazos, bragazas, achantao…

María: Me suena a alguien ridículo, un poco tontaina. ¿Por qué?

Cristóbal: Porque a mí me sonaban a lo mismo que a ti. Pero leyendo el Evangelio de hoy, parece que dejar que hagan contigo lo que quieran por amor a Dios te hace muy digno.

María: ¿Por qué lo dices?

Cristóbal: Con San Juan Bautista y con Jesús, los poderosos hicieron lo que quisieron. Su aparente derrota se convirtió en un triunfo para el cielo. Si es así, yo también quiero ser un fracasado, aunque duela el orgullo.

María: Aunque duela el orgullo, efectivamente. Ese es el sacrificio necesario por amor, para la redención del mundo.

 

Madre,

Perder para ganar para Dios. Eso queremos. A Él toda la Gloria y la Alabanza por los siglos.