Beato Guillermo Plaza Hernández

El beato Guillermo nació en Yuncos en 1908. Cursó Humanidades y Filosofía en el seminario de Toledo, continuando sus estudios en el de Tortosa (Tarragona) como alumno de la Hermandad de Sacerdotes Operarios Diocesanos, en la que ingresó en 1932. Ordenado sacerdote el 26 de junio de ese mismo año, fue destinado al seminario de Zaragoza, como prefecto, donde permaneció hasta 1935, año en que fue enviado a su seminario de Toledo. Se entregó desde un principio con gran entusiasmo a la formación de los seminaristas. La revolución le sorprendió en Toledo y estuvo oculto hasta el 9 de agosto de 1936 en casa de un seminarista. Ese día la madre del seminarista lo envió a Cobisa; allí fue reconocido, detenido y fusilado. Tenía 28 años. Don Guillermo fue beatificado en Roma por san Juan Pablo II el 1 de octubre de 1995

Beato Guillermo Plaza: el perdón en el martirio - ReL (religionenlibertad.com)

19,30 del 9 de agosto, a 9 km de Toledo - ReL (religionenlibertad.com)

NO HAY AMOR MAS GRANDE, son una serie de videos producidos por GAUDIUM PROMULTI, por encargo de la Vicaría del Clero de la Archidiócesis de Toledo en el marco del año sacerdotal. Estos vídeos pretenden mostrar virtudes de la vida de los sacerdotes a través de los testimonios de sacerdotes ejemplares: los beatos sacerdotes toledanos mártires.

En este año la Diócesis de Toledo va a centrar el curso pastoral en profundizar en la esencia y misión de los sacerdotes, la Vicaría del clero tiene un doble propósito: por un lado, hacer más cercana la figura de los sacerdotes a los fieles y por otro lado, ayudar a los mismos sacerdotes a reflexionar en su propia vocación.

Con este deseo nace esta serie audiovisual que hemos llamado NO HAY AMOR MÁS GRANDE. EL título resume la esencia de lo que se va a ver: la naturaleza, lo propio del sacerdocio es el AMOR y no un amor cualquiera, sino un amor que se entrega hasta dar la vida.

Por eso, para hablar de la vida de los sacerdotes, hemos escogido testimonios reales de ministros santos, ya beatificados, cercanos en el tiempo y en el espacio: nuestros mártires de la persecución religiosa del 36. Ellos rubricaron con su sangre una vida sacerdotal plena y entregada, y ellos son hoy para nosotros testigos eficaces de lo que un sacerdote debe ser y vivir. Hemos elegido distintos aspectos de la vida sacerdotal, así como distintas caras de la misma vocación: seminaristas, sacerdotes y obispos.

Son videos de corta duración para hacer más viable su visionado y se podrán ver en redes sociales para poderlos seguir en cualquier tipo de dispositivo.