Sir Arthur Conan Doyle, en Las aventuras de Sherlock Holmes, pone en boca del célebre investigador y criminólogo:

«Desde hace mucho tiempo ha sido para mí fundamental el axioma siguiente: las cosas pequeñas, las insignificancias, los pequeños detalles... son, con mucho, lo más importante de una investigación.»

Es una gran verdad. En la investigación de cualquier hecho, bueno o malo, de vida o muerte, de éxito o de fracaso... son muy importantes los pequeños detalles, los pormenores, las insignificancias.

 Los detalles como:

     - un gesto amigable y cortés,

     - recoger del suelo algo que se ha caído,

     - sonreír cuando uno no tiene ganas de sonreír,

     - abrir y cerrar una puerta,

     - ceder el paso,

     - escuchar atentamente,

     - ayudar, servir...

Si todo ello se hace con amor y por amor, revela la riqueza espiritual y la dimensión interior de una persona.

 
«In pauca fidelis. Porque fuiste fiel en lo poco, entra en el gozo de tu Señor» (Lc 19,17).








Alimbau, J.M. (1998).  Palabras para momentos difíciles. Barcelona: Ediciones STJ.