Han sido 48 horas de gracias, una detrás de otra. Las gentes humildes y sencillas de Membrilla y Almagro, en la provincia de Ciudad Real, nos han acogido con proverbial cariño y generosidad.

Acabamos de llegar Paloma y yo a Madrid, con nuestros hijos, y ya echamos de menos al padre Raúl y a toda su imponente feligresía... Campesinos, pequeños empresarios, gente modesta del campo pero, ante todo, hombres y mujeres sedientos de Dios, muchos de los cuales ya lo han encontrado con una fe enorme y otros lo buscan con denodado afán. 

La Providencia, una vez más, nos ha rodeado estos días de centenares de personas que deseaban conocer nuestro testimonio sobre cómo actúa Dios en nuestras vidas, recogido en un libro-instrumento que lleva ya camino de convertirse en un gran best-seller sobre el matrimonio. Algunos de los que ya lo han leído y estaban a punto de separarse o divorciarse, se han reconciliado gracias a Dios.

En el salón de actos de la Casa de la Cultura de Membrilla, cedido por gentileza de su concejala  Carmen, se congregaron este sábado alrededor de trescientas personas. Todo un mundo si se repara en que Membrilla tiene tan sólo 6.000 habitantes. 

Los vecinos de Almagro tampoco quisieron perderse la charla-coloquio, sabedores de que fue su patrona, la Virgen de las Nieves, la artífice en última instancia de mi conversión tumbativa el 5 de agosto de 2009, día de su festividad.

Y precisamente hoy, providencialmente también, al día siguiente de la charla, hemos asistido en familia a la procesión de la Virgen de las Nieves, cuya talla se ha trasladado desde Bolaños de Calatrava hasta Almagro, donde está la iglesia Madre de Dios que la acoge.
Jamás olvidaremos este otro gran regalo del Señor, la Virgen de las Nieves y el Padre Pío.

Más información en:


https://www.facebook.com/josemariazavalaoficial