Sí, sí, llega el verano y se cierran las aulas..., pero el pensamiento twitter (una frase simple, una idea pegadiza y aparentemente revolucionaria, un argumento falso y poco razonado, etc.) se mantiene vigilante contra la libertad de los padres.

Además, el tiempo de ocio nos da más ocasiones para charlar, debatir y toparnos con los mismos tópicos de siempre. La cuñada, el vecino, el frutero, el amigo, o el profesor requemado, malinformado, malintencionado o despistado nos acechan, agazapados tras un tinto de verano y una sandalia playera, para soltarnos que la clase de Religión es una herencia franquista, que los Acuerdos Iglesia-Estado imponen la Religión a todos, que estudiar Religión es algo anacrónico...

Y usted, querido amigo, puede seguir dando argumentos a sus eslóganes. ¿Dónde y cómo?

Pues aquí. Seguimos con la serie. Porque seguimos de emergencia. Y lo que te rondaré morena.

José Antonio Méndez