11 del 11 del 11 a las 11, una fecha que pasará a la historia: Infinito+1 lanza su nuevo proyecto.

En mi vida me han ocurrido muchísimas cosas que hubieran parecido imposibles; ideas que se cruzan y entrelazan hasta producir un resultado totalmente inesperado; respuestas a preguntas que me hacía diez o más años atrás; situaciones inverosímiles que me han permitido ver un partido de fútbol americano sentado al lado de mi ídolo de pequeño, Johan Cruyff; recorrer la alfombra roja de Wembley que tanto había observado atónito por televisión; venir a vivir a Barcelona y conocer aquí a la mujer de mi vida… Los caminos de Dios son inexorables, ¡vaya si lo son! Porque al final, como decía Pablo Domínguez: "el Señor siempre nos sorprende".

Pero jamás, jamás en mi vida, me había topado con una historia tan sorprendentemente maravillosa como la de Infinito+1, una prueba clarísima de la existencia de Dios, de que Él tiene un plan para cada uno de nosotros y llama a nuestra puerta según explica el propio Juan Manuel Cotelo ”invitándonos”.

El recorrido de Infinito+1 prueba claramente que Dios interesa y que nuestra religión es tan clara y sencilla como dice Irina en la presentación del disco navideño: “Dios ha nacido y viene a la Tierra”.

El problema es que, a pesar de su claridad, nos cuesta digerir el mensaje -especialmente a los adultos- y entender que, además, el mensaje es actual, “se oculta a los sabios y grandes y se revela a los sencillos” (Mt. 13-25).

A Dios tenemos que agradecerle muchísimas cosas en este nuevo trabajo que ha inspirado a Cotelo, entre ellas que lo realice en familia, con su mujer, su cuñada -excelentes artistas- y sus hijas, porque no hay fe más viva y entusiasta que la que se comparte. Y, también, por el proyecto de la Adoración Perpetua a través de Internet. Parece algo extremadamente ambicioso, pero estarán montados todos los Turnos mucho antes de lo que lleguemos a imaginar.

Desde luego que el tema de Infinito+1 rompe esquemas, pero ya los rompió Jesucristo. Así como llamó a pescadores y recaudadores de impuestos, en lugar de a doctores de la ley o levitas, ahora invita a un actor/director de cine, a un realizador y a un guru del marketing, en vez de a teólogos, políticos o banqueros, para “que hablen de Dios a todo el mundo”. Los de hace 2.000 años llevaban por nombre Pedro, Santiago, Mateo; estos se llaman Juan Manuel, Alexis, Raúl. Los tiempos son diferentes, los medios, también; pero en el fondo la historia es la misma, porque Dios sigue presente entre nosotros anunciándonos el Reino de los Cielos y llamándonos a la conversión.

¿Nuestro papel cuál es? Fácil y divertido: participar de la historia, como se nos dice en www.infinitomasuno.org, no quedándonos con esto, sino compartiéndolo con familiares, amigos, enemigos, vecinos, extraños, compañeros de trabajo... Así que, ¡pásalo: te puede pasar a ti!