Año del Señor 2024
4 de abril
 
Hola, buenos días, hoy Joane nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.  
 
CON PALABRAS
 
Estaba cansada, era cansancio acumulado de estos días: la noche de Jueves Santo, la de la Pascua con una hora menos, preparativos... y fue el lunes cuando me sentí realmente cansada.
 
Lo que sentimos o cómo estamos, en muchos momentos, se transmite en la cara y así me ocurrió. Fui a trabajar a un almacén que estamos ordenado, realmente me ilusionaba porque a mí ¡ordenar a lo grande me gusta! Pero mi cara, decía otra cosa y así lo interpretó una hermana pensando que no quería hacerlo.
 
Esto me pasa a menudo y cuando paré en la oración, Jesús me daba la respuesta: “Habla”
“Vengo cansada de estos días, pero aunque esté un poco espesa, me gustaría poder echar una mano”. Hubiese cambiado todo. Cuántas veces nos ocurre que nuestras reacciones, nuestra forma de actuar responde a un sentimiento anterior, a una emoción o preocupación que nos afecta y si nos encontramos con alguien lo volcamos sobre ellos por no expresarlo.
 
Al leer el Evangelio, descubrirás algo muy bonito, muy humano en Jesús y también en los discípulos y es que refleja cómo estaban: sentía miedo, alegría, angustia, cansancio... ¡Qué bonito es ver esto! Porque en ello se ve que hablaban, que abrían sus corazones para darse a conocer a los hermanos, construir desde el Amor y encontrar en la comunidad el apoyo que necesitaban.
 
Jesús cuidaba mucho que supiesen cómo se sentía en cada momento, gracias a eso podemos saber que la compasión le movía a ir al encuentro, que el cansancio le hizo parar, que la pena le hizo llorar, el miedo le acechaba.... Intentamos ser fuertes o vivir como si nuestras actitudes no afectasen a los que nos rodean. Que compartas, hará que te comprendan, que no se vean afectados y que puedas ser tú mismo.
 
 Hoy el reto del amor es que utilices tus palabras para manifestar lo que vives por dentro. Para antes de estar con alguien, ¿cómo estás? Jesús te ama como eres y como estás deja que los demás te vean humano, camina confiado desde tu debilidad.
 
VIVE DE CRISTO
 
¡Feliz día!