No se si recordarán la conocida canción “A mi manera” especialmente la interpretada por el grupo “Siempre así” que tanto gusta.

"A mi manera", versión de Siempre Así     

 

Ayer la escuchaba en la radio mientras recordaba una conversación reciente donde uno me decía:

“Yo soy muy creyente…  pero a mi manera”.

Pues bien resulta que ésta aparentemente simple y coloquial  frase genera algunos problemas.  Veamos:

Primero.- Provoca un contrasentido:
Según el Diccionario de la Real Academia Española (y tomando la acepción que nos ocupa), creer es:

2. tr. Dar firme asenso a las verdades reveladas por Dios.

Por lo que si alguien dice creer (creyente = el que cree) parece contradictorio que en ese acto se incluya el particular parecer o voluntad del que dice serlo pues la acción consiste precisamente en dar asenso firme a las verdades reveladas por Otro Alguien. Y ajeno por tanto a uno mismo. 

  
Segundo.-  Conlleva también una incoherencia :
Ya que a partir de esa afirmación, cuando uno rece el Padrenuestro debería decir:

… venga  a nosotros tu Reino, hágase tu voluntad...a mi manera

Tercero.-  Supone  además una notable falta de sentido común:
Pues si  tu guía de conducta es “tu manera", debe  uno sopesar mucho el riesgo que corre recordando  lo que dice el sabio aforismo:

“El que se hace maestro de sí mismo, se hace discípulo de un tonto"

Cuarto.- Y, quizá, lo más preocupante sea  conciliar esta particular opinión (nunca mejor dicho)  con la opinión del propio Cristo que afirma:

No todo el me diga: “Señor, Señor…” entrará en el Reino de los Cielos sino el que haga la voluntad de mi Padre que está en los Cielos.
 (San Mateo, 7, 21)

Es decir que no basta creer en El sino que hay que hacer Su voluntad… y por tanto no a mi manera, sino a la manera de Dios Padre. Y si uno cree que este añadido no tiene importancia que siga leyendo y vea como continúa el versículo…

En fin, y  volviendo a la canción del principio, fíjense como acaba el estribillo:

porque sabrás que a un hombre al fin
conocerás por su vivir (…)
¿podré seguir hasta el final… a mi manera?

Nota. La interrogación es mía. La canción lo afirma.

Porthos