Esa batalla espiritual que día tras día hemos de librar, frente a las distintas cadenas humanas que se nos imponen y esos escollos que vienen a ser entidades artificiales, con normas que no solo son innecesarias, sino que son detrimentales para ese ordenamiento natural y simultáneamente espontáneo al que íbamos a ser destinados tras la creación divina, afecta a cuestiones estrictamente políticas.

En este caso me referiré a la llamada, en términos oficiales, Unión Europea, por cuanto, dentro de su constante vulneración del principio de subsidiariedadnegación de las raíces cristianas de Europa, trata de actualizarse en base a los postulados de la "nueva izquierda", manifestada, concretamente, en las fases revolucionarias posteriores a la publicación de El Capital de Karl Marx y el intento de uso del mismo como guía.

Así pues, en este breve ensayo de actualidad, cabe advertir sobre la enésima pretensión eurocrática de imponer la agenda ideológica revolucionaria, no exclusivamente en lo económico (que, sin duda, no es menos importante). Una vez más, en base a las directrices del totalitarismo de género y lo que San Juan Pablo II denominó, muy acertadamente, "cultura de la muerte".

Imponer el exterminio abortista en la mayor parte del continente europeo

El llamado Parlamento Europeo trabaja en la aprobación del llamado Informe Matic, un documento sobre "derechos sexuales y reproductivos" que ha sido elaborado por el europarlamentario croata Predrag Fred Matic y aprobado, el pasado 11 de mayo del presente 2021, por el Comité de Derechos de las Mujeres e Igualdad de Género. La votación definitiva aún no se ha llevado a cabo.

Este informe, por un lado, puede interpretarse como una nueva versión del Informe Estrela, que fue tumbado en 2014 gracias a una considerable oposición social y tenía exactamente las mismas consideraciones, pero por otro, no deja de ser un refuerzo de la Convención de Estambul, a la que está adherida España (estas cláusulas ya han sido motivo, en estos años, de cierta reacción social en Polonia y en Lituania).

Ciertamente, su aprobación no tendría un efecto vinculante, pero sabemos que la eurocracia soviética, por medio de la llamada Comisión Europea, intimida a aquellos Estados cuyos gobiernos se opongan a despenalizar completamente el aborto, reconocer el homomonio, imponer las falacias de género (contrarias a nuestra antropología cristiana) o admitir a los flujos invasores musulmanes.

Esa intimidación se ha podido manifestar en la "amenaza" de activación del llamado artículo 7 contra Polonia y Hungríacláusulas no tan ocultas en partidas presupuestarias (en verdad, uno debe de saber que, de por sí, una subvención te convierte, de alguna que otra forma, en dependiente). Eso sí, ya saben que no se alarman ante las dictaduras comunistas (corremos el riesgo de convertirnos en un satélite del Partido Comunista Chino).

Varias entidades sociales europeas se adhieren a una petición conjunta

Bajo la organización del Instituto Ordo Iuris, un centro jurídico inspirado en el derecho natural cristiano y en el espíritu contrarrevolucionario que es uno de los más prestigiosos en Polonia y en el resto de Europa, se ha elaborado una petición conjunta, dirigida a los miembros que ejercen representación política y cameral en ese ente eurocrático con sedes en Bruselas y en Estrasburgo.

El contenido de la carta, a la que se han adherido distintas entidades europeas que representan a la sociedad civil y trabajan para la misma desde distintos ámbitos, puede leerse a continuación:

Queridos miembros del Parlamento Europeo,

Hemos recibido con gran preocupación la información sobre la aprobación, por parte del Comité de Derechos de las Mujeres e Igualdad de Género, a día 11 de mayo de 2021, del informe sobre derechos sexuales y reproductivos que se ha remitido al Parlamento Europeo por parte del eurodiputado Predrag Fred Matic. 

Esta decisión de un comité significa que el Parlamento Europeo entero votará pronto este informe, pudiendo pasar una resolución fundada en demandas extremadamente radicales. 

Las ideas contenidas tanto en el informe como en el borrador de la resolución que la respalda son injustificadas por varias razones. Una discusión sobre estos documentos no debe siquiera tener lugar en el foro del Parlamento Europeo, pues en base a los tratados, asuntos familiares y de salud están encomendados como competencias de los Estados-miembro. 

En primer lugar, bajo el Artículo 6 y el Artículo 168 del Tratado del Funcionamiento de la Unión Europea, el asunto de la salud reproductiva y sexual cae dentro del ámbito de la política sanitaria nacional, donde la UE solo tiene autoridad auxiliar, sin tratar de armonizar esta ley en todos los Estados-miembro. La falta de autoridad de la Unión Europea para interferir en las políticas de salud de los Estados-miembro ha sido repetidamente confirmada por la Comisión Europea en sí. 

En segundo lugar, el informe y el borrador de la resolución son un ataque universal, sin precedentes, a los derechos humanos y las libertades, entendidas como un derecho de conciencia y de libertad de expresión. Ambos documentos consideran la oposición al concepto de “derechos sexuales y reproductivos” como disruptiva para la democracia y llaman a limitar el derecho a manifestarla. Esta actitud está en conflicto, claramente, con los valores fundamentales de la integración europea, la democracia y la civilización europea. 

En tercer lugar, ninguno de estos documentos representa bien el concepto de “derechos reproductivos y sexuales” como una obligación internacional vinculante y un elemento de derechos humanos. Particularmente, es objetable que tanto el informe como el borrador de la resolución pidan a los Estados-miembro que provean acceso al aborto entendido como un “derecho humano”. El informe también ignora, completamente, la actual oposición internacional al reconocimiento del aborto como “derecho humano”. Adicionalmente, ignora el amplio desacuerdo sobre la introducción de la frase “derechos sexuales y reproductivos” en los documentos legales internacionales. Al mismo tiempo, se refiere al documento final de la Cumbre de Nairobi, cuyos contenidos fueron desaprobados por docenas de estados. 

Por tanto, convencidamente, apelo a todos vosotros, al Parlamento Europeo entero, a respetar las provisiones de los tratados y la voluntad de los ciudadanos a los que representa. Te pido rechazar este informe tan pronto como sea votado en el Parlamento Europeo, ya que indudablemente excede la dimensión de los poderes concedidos a la UE. 

Atentamente, 

Ciudadanos de la Unión Europea

Este llamamiento es también una petición en línea que puede firmar cualquier persona que esté comprometida con esta causaaccediendo a este enlace. En el mismo también aparecen detalles adicionales que ayudarán al lector a ponerse en contexto sobre este enésimo intento de avance totalitario definido por esa faceta revolucionaria que hemos de considerar como "marxismo cultural".

Finalmente, si bien firmar esta petición es importante, que sirva todo esto para seguir sacudiendo conciencias contra los ataques que se perpetran contra el principio de subsidiariedad y la dignidad humana, erosionando la necesaria ecología moral y dando pasos para la implantación de un ente artificial estatalista único, a escala global, que sea un maximalismo de la antítesis de Dios representada por el Estado moderno.