Responda, por favor, a este breve cuestionario:

1. ¿Era Cristo amigo de los pecadores?

2. ¿Importa poco ser o no creyente, si se es buena persona?

3. ¿Es la “Iglesia de los pobres” la querida por Dios?

Y si es tan amable, siga leyendo pero sólo en uno de estos dos casos:

      a) Si alguna de las preguntas le ha hecho dudar

      b) Si no le ha ocurrido esto con ninguna.

Disculpe la prueba y la broma, pero por asombroso que pueda parecerle hay personas (y me refiero dentro de la Iglesia) que no quieren aceptar, porque no les interesa, el auténtico Evangelio, pero tampoco se atreven a rechazarlo abiertamente.

Así que se han fabricado un evangelio a su medida, recortando o eliminando lo que no les va, tergiversando e incluso negando hechos en él narrados… porque les conviene.  Y así lo enseñan y difunden, y está tan extendido que muchas veces ha sustituido al auténtico.

¿Es usted una víctima de este anti-evangelio?

Pues siento decirle que si a alguna de estas cuestiones ha respondido con un simple “Sí” mucho me temo que “se lo han colado”.

Veamos:

1. ¿Era Cristo amigo de los pecadores?

No, Cristo es amigo de los pecadores que se arrepienten. Si quitamos esto último…

2. ¿Importa poco ser o no creyente, si se es buena persona?

No, Cristo dice  "El que no crea no se salvará"  (Mc.16, 1518).

3. ¿Es la “Iglesia de los pobres” la querida por Dios?

No, la iglesia que Cristo quiere no es la de los pobres (sin más) sino la de los cristianos (sean ricos o pobres).  

Así podríamos seguir con muchos otros puntos (se lo aseguro) pero creo que con este breve “chequeo” puede uno percatarse de la “falsa astucia” de estos malos cristianos que tergiversan el auténtico Evangelio, fabricándose un evangelio paralelo.

Eso sí sólo para “lelos”.  

Porthos