La Iglesia Católica en Venezuela se mantiene firme ante los ataques y amenazas del chavismo. El pasado martes Nicolás Maduro lanzó acusaciones contra los obispos y dijo: “Que nadie venga a politizar la Semana Santa del pueblo; llamo a la élite de la Iglesia a respetarle la Semana Santa al pueblo, y llamo al pueblo a hacerse respetar”.

El arzobispo de Caracas, el cardenal Jorge Urosa, ha respondido al líder chavista que “es totalmente injusta la afirmación del presidente. Nosotros no politizamos los actos religiosos. Las consideraciones sobre la dura realidad del sufrimiento de los venezolanos, especialmente de los más pobres, no es politizar un acto religioso”.

Además, el purpurado recordó que “desde hace muchos año yo he indicado a los sacerdotes en Caracas que en las homilías no se toque el tema partidista. Que no se ataque al gobierno en los actos religiosos. Eso no nos toca a nosotros en los actos de culto”.


El cardenal Urosa considera inaceptable que no hayan sido detenidos los asesinos de la mujer que resultó muerta en el ataque a los fieles en la iglesia de El Carmen, en de Catia, el 16 de julio de 2017. En el hecho hubo varios heridos. Recordó que el año pasado “grupos afectos al oficialismo realizaron actos de violencia en Santa Teresa, en la misa del Nazareno”.

El cardenal exigió a Maduro, al ministro del Interior, Néstor Reverol Torres, a los jefes militares y policiales “que se impida cualquier acto de violencia o alteración del orden, o agresiones a personalidades fuera o dentro de los templos”.

Por último, Urosa animó a los católicos de Caracas a participar de los oficios religiosos de la Semana Mayor como una ocasión propicia para renovar la fe. “Que se acerquen a Dios. No son tiempos para la indiferencia religiosa. Necesitamos estar unidos a Dios. Allá donde vayan, especialmente en sus tierras de origen, hay iglesias y celebraciones de actos religiosos. Allí pueden combinar el descanso y el esparcimiento con la celebración del amor de Cristo”, invitó.