José Antonio Kast, diputado chileno desde 2002 hasta el pasado año, quedó cuarto en las recientes elecciones presidenciales consiguiendo más de 523.000 votos, un 7,93% dek total. Su programa era claramente el más provida y profamilia de todos los candidatos y fue el refugio para muchos católicos. El apoyo de Kast a Piñera para la segunda vuelta fue decisivo para que éste se alzara finalmente con la presidencia.

Su claridad en el mensaje le ha generado grandes enemigos, también el hecho de ser católico. No hay que olvidar que Kast está casado, es padre de nueve hijos y pertenece al movimiento de Schoenstatt.


Este miércoles esta animadversión quedó claramente de manifiesto con la brutal agresión que sufrió en la Universidad Antonio Prat de Iquique, donde se encontraba para participar en una conferencia. Una turba de estudiantes radicales de izquierda le agredieron con patadas, puñetazos y con palos mientras hasta que entre algunos estudiantes y posteriormente la Policía lograron sacarle del lugar. Fue trasladado al hospital donde presentó algunas heridas en una mano y en un tobillo.
 
La extrema gravedad de la agresión al exdiputado y excandidato presidencial ha provocado una rápida condena de gran parte de la clase política y se han producido además ya dos detenciones.


A través de las redes sociales, el propio Kast afirmaba: "A todos los delincuentes que hoy, de manera cobarde y organizada me atacaron, les digo: no lo vamos a aceptar. Chile es de todos, y las universidades son de todos. Una y mil veces iremos a cada rincón de Chile y defenderemos el derecho a discrepar, con respeto y sin violencia".



También escribía: "Nuevamente la intolerancia le ha ganado a las ideas, pero esta vez, no ha sido la censura administrativa, sino que derechamente la violencia. Hoy, me sacaron a patadas de una universidad. Me sacaron porque no toleran mis ideas y porque no respetan al que piensa diferente"
 

Este abogado de 51 años se ha destacado por su defensa de la familia y sus críticas a la ideología de género. Para Kast, el matrimonio, como unión conyugal de un hombre y una mujer, así como la familia, comunidad natural derivada de esa unión, debe contar con el más amplio respaldo y protección del Estado. “Se trata de una estructura fundamental de la que depende la solidez o fragilidad del tejido social”, aseguraba en campaña.

Entre sus propuestas destacaba el programa ‘más familia’ que busca reforzar y promover a este grupos en las políticas públicas y proponía la creación de un ministerio de Familia y Desarrollo Social.


José Antonio Kast con su mujer y sus nueve hijos


También prometía derogar de manera inmediata la ley del que Michelle Bachelet había aprobado meses antes. Y presentó también una serie de políticas públicas para apoyar a las madres que tienen que llevar adelante embarazos no deseados o complejos y agilizar los protocolos de adopción.

Estos abusos y ataques que se producen en la universidad no son nuevos sino que son parte de la estrategia de ciertos movimientos e ideologías políticas. Paul Johnson, en su libro de 1987 "La historia de los judíos" (950 páginas en Zeta Bolsillo) describe cómo los nazis se apoderaron del ambiente universitario alemán (pág. 696 a 700), es decir, de la Universidad en el país más culto y avanzado del mundo, durante una democracia de partidos y con prensa absolutamente libre y muy plural. Lo que Johnson describe sobre el crecimiento del antisemitismo, puede quizá aplicarse también al crecimiento de la cristianofobia y el laicismo agresivo en nuestros días.