El obispo de Buenaventura (Colombia), Rubén Darío Jaramillo, denuncia que en su región lo que se vive "no es solo violencia, sino que es una guerra real". Así lo denunció en unas declaraciones realizadas a Radio Caracol y luego difundidas por las redes sociales,

Esta diócesis colombiana de 400.000 habitantes está sufriendo por una "guerra entre bandas" y grupos criminales, ante la ausencia eficaz de las autoridades del país. 

El obispo explica que "la situación en el Puerto de Buenaventura y en toda la zona está volviéndose terrible, debido a la guerra entre bandas, porque se usan armas de guerra, fusiles de largo alcance, también ametralladoras y granadas para disputar el territorio ".

El obispo explicó que "los distintos grupos criminales quieren apoderarse de sectores estratégicos por donde transitan las drogas, y toda la comunidad es alcanzada a balazos, miedo, porque la economía se ve afectada, algunos productos básicos no llegan al puerto y otros son bloqueados por los criminales para imponer un impuesto a todos los productos”.

Según una nota que la diócesis ha difundido, en los últimos días unas 200 personas han abandonado la zona y muchas más están atrapadas en los lugares de combate.

“Sabemos que un grupo numeroso de familias se está preparando para huir de la zona, eso significa que algo terrible está por suceder” concluye con preocupación el obispo Jaramillo.

En 2019 el obispo Jaramillo recorrió la ciudad bendiciendo con agua bendita los distintos barrios, como signo de oración contra la violencia extrema

Reportaje de hace ya 1 año explicando la situación de violencia criminal persistente en Buenaventura

 

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