"Extendemos nuestras más sinceras condolencias para las familias de los jóvenes quienes perdieron su vida luchando por un mejor futuro para Venezuela. Oramos a Dios por la paz de sus almas y nos unimos a ustedes en estos momentos tan difíciles". Con estas palabras, el cardenal Baltazar Porras, arzobispo de Mérida y administrador apostólico de Caracas, mostraba en Twitter (@bepocar) su solidaridad con las cuatro víctimas mortales causadas por la represión del régimen de Nicolás Maduro desde que el martes el presidente Juan Guaidó convocase la Operación Libertad para acabar con el régimen bolivariano.

Según informa ACI Prensa, el director del Observatorio Venezolano de Conflictividad Social, Marco Antonio Ponce, ha identificado los muertos como Yosner Graterol (16 años), Yoifre Hernández Vásquez (14), Jurubith Rausseo García (27) y Samuel Méndez (24).

Todos ellos murieron por impacto de bala. Desde que cientos de miles de venezolanos se echaron a la calle tras el llamamiento del presidente Guaidó, miembros de la Guardia Nacional Bolivariana y las ya célebres bandas en moto de matones chavistas encapuchados han disparado contra la multitud para disolverla.

En otro tuit publicado el 1 de mayo, el cardenal Porras había respaldado explícitamente esas manifestaciones: "La protesta pacífica es un legítimo derecho garantizado en todos los convenios internacionales. Repudiamos y denunciamos ante la Comunidad Internacional la injustificada represión en Venezuela por Cuerpos Policiales del Estado y colectivos armados que disparan a civiles desarmados”.

Ese mismo día, las bandas chavistas asaltaron la iglesia de Nuestra Señora de Fátima en Barrio Sucre (San Cristóbal, Táchira), donde entraron en moto durante la misa y lanzaron gases lacrimógenos que obligaron a evacuar el templo.

"Es inconcebible el ataque directo a nuestros templos, sin respeto alguno por los feligreses", protestó en Twitter el cardenal Porras: "Exigimos respeto a la Iglesia Católica, en un país de devotos y creyentes, quienes oran a diario por la paz, el respeto a la vida y el derecho a protestar”.