Costa Rica, con 4,9 millones de habitantes, no tiene ejército y es desde 1949 una República democrática y un Estado confesionalmente católico: el artículo 75 de la Constitución Política establece que “la Religión Católica, Apostólica, Romana, es la del Estado, el cual contribuye a su mantenimiento, sin impedir el libre ejercicio en la República de otros cultos que no se opongan a la moral universal ni a las buenas costumbres”.
 
Ser un país confesionalmente católico no impide ser un país de gran nivel democrático. La Wikipedia recuerda logros de este país, como por ejemplo, que según la Fundación Konrad Adenauer es el país más democrático de Latinoamérica,  debido a la alta participación de mujeres en cargos de elección popular, la abundante participación de partidos en el Congreso y la eficiencia y cobertura en los servicios de salud y educación.
 
Otros índices señalan que este país confesionalmente católico es el más igualitario en relación hombre-mujer en Latinoamérica y el de mayor esperanza de vida en Latinoamérica (79,4 años).  

Ahora Costa Rica está enviando un nuevo embajador a otro país más pequeño y también sin ejército y también confesionalmente católico: la Santa Sede.

Álvaro Murillo entrevista en Nacion.com al nuevo embajador, Marco Vargas. Lo republicamos aquí.

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El primer país donde Luis Guillermo Solís cambiará el embajador es el Vaticano. Marco Vargas tiene todo listo para viajar a tomar el mando de la embajada en la Santa Sede en sustitución del exdiputado Fernando Sánchez.

El experimentado diplomático de carrera (fue embajador en Brasil, Belice, Uruguay y también vicecanciller) sabe que va a un destino particular, donde el jefe de Estado es el líder espiritual de la mayoría de costarricenses.

Vargas dice estar consciente de las connotaciones religiosas del cargo, aunque pretende buscar un equilibrio, después de la gestión de Sánchez, quien es “muy piadoso”.

- La Santa Sede es un Estado muy particular porque su jefe de Estado es también el líder religioso de muchos millones de personas, y de la mayoría aquí en Costa Rica. Es una relación de estados soberanos, pero no podemos desligar lo religioso. Solo hay que saber bien dónde comienza esa parte religiosa y dónde la diplomática.


- Aquí en Cancillería sí, pero ha habido algo de desinformación de algunas personas que creen que uno va en un apostolado . La Santa Sede es un Estado que tiene relaciones con 174 países. Con nosotros hay una particularidad porque la mayoría de ticos son católicos.

- En la práctica ellos no nos dan directrices. Quisiera que la gente sepa que la Santa Sede está a favor de los estados laicos. Le aseguro que la Santa Sede no vería con malos ojos una reforma constitucional para convertirnos en Estado laico (...) Yo he hablado con ellos. 

[Nota de ReL: en esta frase "laico" significa simplemente "no confesional"; no significa "laicista", que es el sentido que muchos quieren dar al concepto "estado laico" en España]

-Tiene que haber una reforma constitucional y no es tan fácil, pero ya eso no es tema que corresponda a la embajada en Santa Sede.


-Yo estoy casi terminando mi carera diplomática, con casi 40 años en la Cancillería. Yo se lo pedí al presidente; él lo pensó y me dijo que sí, que estaba de acuerdo en tener allí un diplomático de carrera.

-Yo no tengo ninguna posición y si la tuviera no debería interferir en mi función como embajador. Las políticas las definen el presidente y la Cancillería, no el embajador.

-La relación allí [en el Vaticano] es con la Santa Sede, no con los obispos. Una de las funciones de los embajadores es el diálogo y evitar que se salpique.

-También creo que hay poca información sobre el concordato, que es un tratado internacional. Aún soy miembro de la Comisión del Concordato y ahora hay un impasse ; estamos esperando a un nuevo nuncio (embajador vaticano). El embajador en la Santa Sede no tiene tanta injerencia, pero sí le puedo decir algo: no hay grandes secretos; son temas meramente administrativos como la personería jurídica de la Iglesia, su régimen legal, lo de seguridad social. La gente cree que el concordato es dar privilegios, pero no. De todos modos, esto llegaría a manos de los diputados. Yo no le veo nada de malo al concordato.

-Es importante para el país regular la personería jurídica de la Iglesia católica, y eso ya sería una ganancia. Hay que ordenarlo porque hay cosas que han ido cambiando con el tiempo y debería quedar ya escrito. Veremos cómo avanza.


-Creo que fue una idea del embajador Sánchez con el ministro (canciller) René Castro y después se contactaron con Iglesia local.

-Él hizo sus mejores esfuerzos por ser un buen embajador. Me parece que él es muy piadoso y le dio muchísimo énfasis a la parte religiosa, pero también dejó encaminadas algunas cosas para firmar en lo diplomático. Él ya presentó un informe de labores y voy a retomar algunas cosas importantes y en la parte religiosa... pues bueno, Costa Rica es un país de gente de muchísima fe y la Santa Sede es un elemento importantísimo para ellos y no lo podemos dejar de lado. Buscaremos un punto de equilibrio.


-El presidente me pidió que cuando presente mis cartas credenciales, le transmita su deseo y el del pueblo de que venga aquí. Ahora, no creo que sea a corto ni mediano plazo, pero imagínese lo que es tener aquí al líder espiritual, al representante de San Pedro, para la gente que es creyente. Para los no creyentes, es un líder político, el que logró reunir al presidente del Estado palestino y al de Israel.